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sábado, 31 de marzo de 2012

La vida es Bella (La vita è bella)

Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor. Y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad.
 
Una película con más de cuarenta premios internacionales ganados, incluyendo tres Óscar al mejor actor, película extranjera y mejor música. Todo el reconocimiento para este maravilloso film es poco.

Con una duración de 122 minutos, nos harán comprender de un modo único y fabuloso esta obra de arte que está a la altura de grandes clásicos como Cinema Paradiso o Erase una vez en América.

La Vida es Bella es una película que no se olvida fácilmente. Cuesta olvidarla por lo bien que está hecha y lo que logra conseguir. Logra hacer llegar al corazón del espectador de una forma impecable.





La fascinación por compaginar algo tan cruel y horrendo como la guerra con las risas y bromas es algo inverosímil y difícil de creer hasta que uno ve a Roberto Benigni mezclar la comedia con el drama. Y si a esa compaginación le añadimos amor y ternura junto a una banda sonora perfecta, no hace falta decir más. Tenemos la película perfecta.

Con una excelente fotografía realizada por Tonino Delli Colli que nos mostrara las principales zonas de Arezzo como la Piazza Grande y la Basilica de Sant Francisco.






Personalmente he tenido la fortuna de conocer dicha ciudad y ver todos los lugares donde se rodo el film.

Es impresionante pasear por la calle donde Guildo regentaba la biblioteca o pasear por la Piazza Grande. Es maravilloso ver el ambiente de tranquilidad que existe y que se refleja a la perfección en la primera parte del film.







Un papel a la medida para un actor que por desgracia solo es conocido por la mayoría por esta bella película. Benigni, se mete completamente en el papel de Guido, un hombre que en tiempos de guerra intenta labrarse un futuro en la bella Arezzo.







Guido, acompañado de su fiel amigo Ferruccio conoce a una profesora llamada Dora. Dicha profesora y el protagonista tendrán diversos encuentros que no tienen desperdicio alguno, que culminan con el casamiento de ambos y tienen un niño. A medida que transcurren los años los problemas llegan debido al inicio de la Segunda Guerra Mundial y que Guido es judío.


TÍTULO ORIGINAL La vita è bella
AÑO 1997




DIRECTOR Roberto Benigni
GUIÓN Roberto Benigni & Vicenzo Cerami
MÚSICA Nicola Piovani
FOTOGRAFÍA Tonino Delli Colli
REPARTO Roberto Benigni, Nicoletta Braschi, Giorgio Cantarini, Marisa Paredes, Giustino Durano, Horst Buchholz
PRODUCTORA Miramax International / Mario & Vittorio Cecchi Gori / Melampo Cinematografica
PREMIOS 1998: 3 Oscars: Mejor actor (Benigni), película habla no inglesa, bso. 7 nominaciones
1998: Festival de Cannes: Gran Premio Especial del Jurado. 2 nominaciones
1998: Premios BAFTA: Mejor actor (Roberto Benigni). 3 nominaciones
1998: Premios Cesar: Mejor película extranjera
1997: Premios David di Donatello: 8 premios, incluyendo mejor película. 12 nominaciones
1998: Premios Goya: Mejor película europea
1998: National Board of Review: Premio especial (Roberto Benigni)
1998: Festival de Toronto: Premio del Público a Mejor película, Premio a Benigni
1998: Festival de Montreal: Premio del Público


SINOPSIS Unos años antes de que comience la Segunda Guerra Mundial, un joven llamado Guido llega a una ciudad de la Toscana (Arezzo) con la intención de abrir una librería. Allí conoce a Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Ferruccio, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego.
CRÍTICAS ----------------------------------------
Hermosísima historia "chaplinesca" que conquistó el corazón de medio mundo. La ternura, la sonrisa y la tragedia se entremezclan -como hacía muchos años que no se había visto- en una película imprescindible de los noventa. El mayor éxito internacional del cine italiano desde la época dorada de Fellini, multipremida, formidables críticas y una excelente taquilla son algunos de los datos de esta fábula sobre el escapismo de la imaginación en los tiempos del horror nazi. Si todavía no la ha disfrutado véala cuanto antes: reirá y llorará como todos.

Billy Elliot (Quiero bailar)

Emotivo y duro drama (porque de comedia tiene más bien poco, no sé si compartirán mi opinión) que nos habla del aplastante peso de las presiones socioculturales, las cuales a menudo van en contra de los sueños individuales de algunas personas.



Es la historia de Billy Elliot, un niño que reside en un pueblo minero, que es hijo y hermano de mineros y en cuya familia la tradición minera probablemente venga desde generaciones atrás. En el entorno rudo en el que se ha criado, parece que su única alternativa es acabar siendo minero o boxeador (cosas que él en el fondo detesta). Pero comienza a hacer realidad sus plegarias secretas cuando asiste a escondidas a unas clases de ballet en las que él es el único varón. Billy ha descubierto que lo único que lo hace sentirse feliz y realizado es el baile, disciplina para la cual él está excepcionalmente dotado.


Por supuesto, sus deseos chocarán frontalmente con los prejuicios de su padre y de su entorno. Su padre es un modesto minero viudo que atraviesa por graves problemas, ya que la mina está en huelga y hay riesgo de muchos despidos. Ante tal panorama amenazador, el ballet se perfila como algo imposible y vergonzoso, algo impensable para el hijo de un rudo y machote minero que considera (como casi todo el mundo) que el ballet sólo es una afición para chicas, impropia de hombres.


Pero Billy no concibe otro futuro que no sea el ballet, que ama como a su propia sangre. ¿Cómo podrá perseguir su sueño ante tanta oposición? Sólo cuenta con dos bazas: su obstinación y su excepcional talento.
Verdaderamente bello drama sobre la persecución de un sueño que casi todos condenan por imposible.



TÍTULO ORIGINAL Billy Elliot
AÑO 2000




DIRECTOR Stephen Daldry
GUIÓN Lee Hall
MÚSICA Stephen Warbeck
FOTOGRAFÍA Brian Tufano
REPARTO Jamie Bell, Julie Walters, Gary Lewis, Jamie Draven, Adam Cooper, Jean Heywood, Stuart Wells, Nicola Blackwell
PRODUCTORA Working Title Films / BBC Films / The Arts Council of England
PREMIOS 2000: 3 Nominaciones al Oscar: director, actriz de reparto (Julie Walters), guión original
2000: 2 nominaciones al Globo de Oro: Mejor película - drama, actriz secundaria
2000: 3 premios BAFTA: Alexander Korda, actor, actriz sec. 13 nominaciones
2000: Nominada al Goya: Mejor película europea
2000: Nominada al Cesar: Mejor película extranjera
2000: Nominada al David de Donatello: Mejor película extranjera
2000: National Board of Review: Mejor actor revelación (Jamie Bell)


SINOPSIS En 1984, durante una huelga de mineros en el condado de Durham, se suceden los enfrentamientos entre piquetes y policía. Entre los mineros más exaltados están Tony y su padre. Éste se ha empeñado en que Billy, su hijo pequeño, reciba clases de boxeo. Pero, aunque el chico tiene un buen juego de piernas, carece por completo de pegada. Un día, en el gimnasio, Billy observa la clase de ballet de la señora Wilkinson, una mujer de carácter severo que lo anima a participar. A partir de ese momento, Billy se dedicará apasionadamente a la danza.

viernes, 30 de marzo de 2012

LA GUERRA DE LOS MUNDOS

Desde que el ser humano adquirió el talento para la fabulación, las historias que han pasado a la posteridad son las de seres excepcionales en situaciones excepcionales. Su inverosimilitud, su improbabilidad, es lo que les hacía grandes y dignos de crónica. Ray Ferrier es el gran hombre de esta gran historia. Su hazaña es sobrevivir y su mérito, la fortuna. La suerte de sobrevivir es el mejor destino en un mundo en guerra.

La obra literaria original de H.G. Wells y la versión cinematográfica de Spielberg coinciden en un estilo narrativo realista que procura credibilidad a sus planteamientos fantacientíficos. Solo que cada una es hija de su tiempo. A pesar de la universalidad de la guerra, entre 1900 y 2000 han surgido diferencias cualitativas del concepto de la guerra. La guerra moderna se concibe en la ciudad y no hace distinción entre soldados y niños (si acaso, bajas y daños colaterales).

En el libro de Wells el protagonista era un hombre de ciencia que deambulaba en solitario por la desolación de la guerra. En esta película es un obrero de clase baja que huye con sus hijos, un adolescente y una niña. Ray es un padre que desea que sus hijos sobrevivan a la guerra y lo consigue, como suele decirse, de chiripa. Pero también es un adulto que conoce el horror y pretende, a toda costa, preservar la inocencia de los jóvenes. La película de Spielberg refleja la lucha denodada del protagonista por salvaguardar en la niña ese don que él ha perdido irreversiblemente: la inocencia.

Rachel, la inocencia, es invitada por su padre a contemplar el espectáculo atmosférico desde la parte trasera de la casa: “Vas a alucinar”, le dice. Pero cuando se hace patente que el terror absoluto ha aterrizado, Ray, blanco de miedo (y blanco por el polvo de los edificios destrozados, clara y no única referencia al 11-S) toma su mayor determinación, ocultar a Rachel la perturbadora realidad: le pide que no mire hacia atrás, le venda los ojos, le obliga a cantar una canción para que no oiga...
spoiler:
El terror es exógeno pero también endógeno, la locura de la destrucción es infecciosa y no solo los extraterrestres personifican la amenaza, cualquier hijo de vecino puede apuntar la sien de uno con el cañón de una pistola. La guerra supone para el ser humano la pérdida de su humanidad, atrozmente dramatizada en el asesinato de Ogilby por parte de Ray.

Es sorprendente, por tratarse de Spielberg (al menos el de antes de A.I. y Minority Report), el final de la película, un final en el que la esperanza es vaga. El reencuentro familiar carece de excesos sentimentales, un par de abracitos fruto de la urgente necesidad de calor humano, tras la inhumana odisea vivida, aunque nada hace presagiar una recomposición de la familia rota. Es un reencuentro crudamente aséptico.

A propósito de finales asépticos, otra sorpresa del filme es que respete pulcramente el final de la novela, la destrucción de los invasores extraterrestres por parte de unos microscópicos seres portadores de enfermedades terrestres. Seguro que el gobierno de los “marcianos” invertía la mayoría de sus presupuestos en Defensa y solo destinaba una minúscula parte a Sanidad. ¿No es una ironía fabulosa sobre la soberbia del ser inteligente?
TÍTULO ORIGINAL War of the Worlds




AÑO 2005
DIRECTOR Steven Spielberg
GUIÓN David Koepp, Josh Friedman (Novela: H.G. Wells)
MÚSICA John Williams
FOTOGRAFÍA Janusz Kaminski
REPARTO Tom Cruise, Dakota Fanning, Justin Chatwin, Tim Robbins, Miranda Otto, David Harbour
PRODUCTORA DreamWorks Pictures / Paramount Pictures / Amblin Entertainment / Cruise-Wagner Production
WEB OFICIAL http://www.waroftheworlds.com/
PREMIOS 2005: 3 Nominaciones al Oscar: Mejor sonido, efectos sonoros, efectos visuales
2005: Nominada a los Premios Razzie: peor actor (Tom Cruise)
GÉNERO Ciencia ficción. Acción. Terror | Extraterrestres. Remake
SINOPSIS Adaptación de la novela homónima de H.G. Wells. La invasión de la Tierra por los marcianos y la terrible batalla que tiene que librar la humanidad para sobrevivir se centra en una familia americana. Ray Ferrier (Tom Cruise) es un estibador divorciado y un padre nada modélico. Estando sus hijos de visita en su casa, estalla una tremenda e inesperada tormenta eléctrica. Unos momentos después, Ray es testigo de un acontecimiento extraordinario que cambiará su vida y la de los suyos para siempre: una enorme máquina de tres patas emerge del suelo y lo arrasa todo.
A nivel cinematográfico, "War of the Worlds" es una obra mayor de un poder narrativo tan elemental como entretenido, que contiene no pocas escenas deslumbrantes, algunas a estudiar en las escuelas de cine. El comienzo es apasionante, lo mejor de Spielberg desde el desembarco de "Saving Private Ryan". Fascinados (algunos) por completo, comienza entonces la peripecia de Tom y sus hijos, un desarrollo más que aceptable de los personajes envuelto en un crescendo terrorífico que visualmente mantiene el nivel de la primera media hora. La acusan de centrarse demasiado en la familia y no dar información externa, pero es obvio que la intención del film (por cierto, extremadamente fiel al texto original) es poner al espectador en el lugar del protagonista, en intentar hacer que lo viva, no que lo vea "por la CNN". Luego es cierto que la conclusión es algo precipitada, amén del sello final “made in Spielberg” tierno-empalagoso que un servidor, sinceramente, lo da ya por descontado. Por otro lado hubo algunos (muchos) que les pareció una película mala, pero con todo se quejaron de que el final fuera abrupto; ¿Acaso no deberían haberse alegrado de que por fin acabara? Yo, por mi parte, no hice sino lamentar que terminara el espectáculo, despertarme de esta absorbente y genial pesadilla, y volver a inclinarme mentalmente ante este director que, a añadir a sus numerosos logros pretéritos, acababa de hacer la primera gran película de ciencia-ficción pura del siglo XXI.

Encuentros en la tercera fase

Sin duda alguna una de las películas más enigmáticas en la filmografía del cineasta hebreo de origen norteamericano Steven Spielberg, quien dos años después de su obra maestra por antonomasia, "Tiburón", facturaría esta película como anticipo temático de su obra más carismática y legendaria, "E.T, el Extraterrestre"...

Fue la primera vez que se abordaba el tema de los extraterrestres no como seres amenazantes, malvados y con intenciones invasoras, sino como seres civilizados con los cuales poder mantener una conversación fluída a través de un lenguaje gestual de manos para enseñar música a sordos, que inventara hacia finales del siglo XIX el compositor, etnomusicólogo y filósofo magiar Zoltán Kodály, en colaboración con el misnistro congregacionista británico John Curwen...

Además los famosos platillos volantes utilizados en las décadas de los 50 y 60 son sustituídos ahora por naves aeroespaciales de diversas formas y de una luminosidad cegadora, que más bien parece un espectáculo musical en vivo del gurú ochentero de los teclados e hijo del célebre compositor de bandas sonoras Maurice Jarre, Jean Michel...

Trata el tema de la abducción con un ritmo narrativo que recuerda las lecturas de las novelas de Julio Verne, con una maestría y dominio de los medios técnicos que con sólo 28 años que contaba entones el amigo Spielberg deja sin duda estupefacto a cualquier ser, humano o alienígena...

Los efectos especiales a cargo del reputado cineasta, ex-trabajador de la NASA y responsable de los mismos efectos en la paradigmática cinta de ciencia ficción "2001, una odisea del espacio" de Kubrick, Douglas Trumbull...

La fotografía, antes de que Douglas Slocombe se hiciera con el timón ochentero de la filmografía de Spielberg corrió a cargo de Vilmos Zsigmond y la música es todo un ejemplo de la maestría de lo conciso y sencillo...Todo un estandarte de la película a manos del genial, pese a algunas voces, John Williams...quien esta vez deja de lado su habitual artificiosidad y grandilocuente sentido creativo ("Star Wars" ó "Superman") para componer una música majestuosa que lleva ya implícito en el subconsciente del oyente al escucharla la visión de naves espaciales con seres abducidos dentro y alienígenas que quieren comunicarnos algo...

Todo un alarde soberbio de un cine, el de este jovencito de 28 años que ya con 26 nos había llamado la atención con un tiburón que sembraba el pánico en las aguas del oceáno, que aún estaba por sorprenderno con nuevas vueltas de tuerca que harían las delicias de más de un espectador...

I M P R E S C I N D I B L E.

La cinta arranca en el desierto de Sonora, en México, cuando la comunidad científica mundial a los mandos del francés Claude Lacombe (François Truffaut) y su traductor, el cartógrafo David Laughlin(Bob Balaban), avistan un descubrimiento cuanto menos sorprendente; un escuadrón de F-19 de la época de la segunda guerra mundial y que se habían dado por desaparecidos aparecen intactos...

En Indiana, el electricista Roy Neary (Richard Dreyfuss) es testigo durante un violento apagón general de la ciudad, de un denominado "encuentro en la segunda fase", es decir, es testigo de una evidencia física concluyente de la visita de un objeto extraño a través de huellas, calor o radiación...

Neary vive en su casa con su mujer Ronnie (Teri Garr) y sus dos hijos pequeños...Ronnie está un poco harta del carácter ausente de su marido, y más ahora que con su visión anda perdido... llegando incluso a ser despedido en el trabajo...

Muy cerca, un niño pequeño, Barry, vive solo junto a su madre Gillian Guiler (Melinda Dillon) y parece haber sido abducido por una presencia extraña proveniente de algo suspendido en el aire y que emite cegadores destellos luminosos...Gillian parece tener "un encuentro en la tercera fase", pues es testigo directo de cómo su hijo Barry es transportado en una nave de aquellas...Algo de lo cual también es testigo el propio Roy quien a punto está de atropellar al muchacho...

Mientras Roy y Gillian junto con otra gente, asisten ya sin dudas a todo un desfile de naves extraterrestres por los cielos de Indiana, la comunidad científica, al margen y ocultando el verdadero empaque del asunto al resto de los mortales, llega a una población al norte de la India, donde la gente agrupada, canta sin cesar una música bastante enigmática...

El traductor Laughlin asocia los tonos de esa música a unas coordenadas geográficas que les llevan a la llamada Torre del diablo en Wyoming...

Mientras Roy se emparanoia y comporta de una manera que incluso le costó separarse de su familia...Pues llegó incluso a meter escombros en su casa obsesionado con aquella figura de una montaña que no paraba de idear compulsivamente....

De hecho,todas aquellas personas que tuvieron algún tipo de contacto extrasensorial se dirigen a Wyoming, al visionar en la tv la noticia de que aquella zona había sido evacuada por las autoridades debido a un camión volcado con mercancía altamente tóxica...Lo cierto es que la comunidad científica que había descubierto además un enorme vapor, el Cotopaxi (desaparecido en 1925 durante su viaje a la Habana) en pleno desierto del Gobi en Mongolia, la había desalojado para comunicarse con los alienígenas, a través de aquel lenguaje de gestos manuales y que era la única forma de comunicarse que tenían los extraterrestres; LA MÚSICA.

Roy y Gillian son testigos de cómo algunos abducidos son liberados por los alienígenas, entre ellos Barry, el hijo de Gillian...mientras otros como el propio Roy se prestan a ser abducidos.

TÍTULO ORIGINAL Close Encounters of the Third Kind
AÑO 1977




DIRECTOR Steven Spielberg
GUIÓN Steven Spielberg
MÚSICA John Williams
FOTOGRAFÍA Vilmos Zsigmond
REPARTO Richard Dreyfuss, Teri Garr, Melinda Dillon, François Truffaut, Cary Guffey, Bob Balaban, J. Patrick McNamara, Shawn Bishop, Lance Henriksen
PRODUCTORA Columbia Pictures / EMI Films
PREMIOS 1978: BAFTA: Diseño de prod./Dirección artística. 8 nominaciones incluyendo Película
1977: 2 Oscar: Fotografía, Edición sonora (especial). 7 nominaciones incluyendo Director
1977: 4 nominaciones al Globo de Oro: Drama, Director, Guión, Música
1977: Premios David di Donatello: Mejor film extranjero


SINOPSIS Una noche, cerca de su casa, en Indiana, Roy Neary (Richard Dreyfuss) observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Obsesionado por comprender lo que ha visto, se distancia de su esposa (Teri Garr). Neary encuentra apoyo en Jillian Guiler (Melinda Dillon), que también fue testigo de esas visiones nocturnas. Juntos buscan una respuesta a ese misterio que ha alterado sus vidas. Al mismo tiempo, un nutrido grupo de científicos internacionales, bajo la dirección de Claude Lacombe (François Truffaut), empieza a investigar las apariciones de OVNIS y otros extraños fenómenos.
CRÍTICAS ----------------------------------------
Clásico del cine fantástico que confirma su originalidad y validez a pesar de los años transcurridos. Una abducción necesaria

El cielo sobre Berlín

El cine alemán es capaz de retratar épocas políticamente complicadas de la historia de las naciones.

Por todos es sabido que Alemania es un país con una historia política realmente impactante, sobre todo en el siglo XX. Las guerras mundiales y el posterior levantamiento del muro de Berlín han marcado a ese lugar del mundo en lo cultural, social y político. Y creo que la visión del cine alemán sobre esos acontecimientos es por decir lo mínimo objetiva y a la vez grandiosa, emocionante, realista y visualmente arrolladora.

"Las alas del deseo" está dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera hora de película muestra emociones, sentimientos, ilusiones, frustraciones y sueños de ciudadanos que afectados por la época y las guerras están sumidos en una depresión y una angustia terrible. Casi al borde del suicidio colectivo. Todos estos pensamientos son presenciados o mejor dicho escuchados por ángeles que son invisibles a todos excepto a niños y personas con corazones débiles. La narración mezcla escenas reales de la guerra, muerte, maldad, y lo que hacen los personajes principales (los ángeles) es divagar, analizar y contar las experiencias que recogen a diario de la sociedad berlinesa. Pero a la vez preguntarse cómo sería sentir emociones. Es en este tramo de la historia donde la película alcanza su punto más alto, transmitiendo al espectador un sentimiento de nostalgia, de crear conciencia sobre la maldad del ser humano desde tiempos inmemoriales de la evolución, para llegar a lo que hoy somos, una raza deshumanizada y despojada de todo sentimiento benigno, capacidad de relacionarse, de prestar ayuda a los que lo necesitan y dejar de lado cosas tan importantes como el amor y la solidaridad. Hasta aquí la película va notable, pero...

La segunda parte de la cinta se sumerge en la materialización de uno de los ángeles hasta convertirse en mortal después de haber presenciado varios acontecimientos en especial los pensamientos de una trapecista que está llena de amor, pero no sabe a quién dárselo. El director nos muestra el "amor" como la salvación a los males, la cura a la enfermedad de la sociedad, y es en este punto donde creo la película se hunde. Donde francamente le sobran algunas escenas, algunos diálogos se repiten demasiado recalcando el mensaje que ya está claro, lo que provoca un cierto aburrimiento en el espectador.

Es la primera hora el reflejo del cine alemán que me gusta, así que promediando le doy nota 6, ya que como ejercicio psicológico más que sociológico, "Las alas del deseo" es una película admirable.

TÍTULO ORIGINAL Der Himmel über Berlin (Wings of Desire)






DIRECTOR Wim Wenders
GUIÓN Wim Wenders (Novela: Peter Handke)
MÚSICA Jürgen Knieper
FOTOGRAFÍA Henri Alekan (B&W)
REPARTO Bruno Ganz, Peter Falk, Solveig Dommartin, Otto Sander, Curt Bois, Hans Martin Stier, Elmar Wilms, Lajos Kovacs, Bruno Rosaz
PRODUCTORA Coproducción Alemania del Oeste-Francia; Road Movies Filmproduktion / Argos Films
PREMIOS 1987: Festival de Cannes: Mejor director


SINOPSIS Dos ángeles sobrevuelan Berlín, ciudad dividida por el "muro de la vergüenza". Sólo son visibles para los niños y los hombres de corazón puro. Testigos impotentes que no pueden cambiar el curso de los acontecimientos, sienten una gran compasión por los seres humanos. Uno de ellos, decidido a conocer los sentimientos de los mortales, se enamora de una joven trapecista.
CRÍTICAS ----------------------------------------
En 1998 Hollywood hizo un remake con Nicolas Cage y Meg Ryan, titulado "City of Angels". Por otro lado el propio Wim Wenders dirigió un remake: ¡Tan lejos, tan cerca! (In Weiter Ferne, so Nah) en 1993.

Apocalypse Now

Dos reflexiones por delante:
1) es, sin duda alguna, una de las obras más difíciles, complejas, arriesgadas e importantes que haya hecho el cine desde los 70
2) es también, sin duda alguna, la más importante y determinante película en la carrera de Coppola, y no hablo de si es la mejor (ahí está la intocable perfección de las dos primeras partes de "El padrino"), sino que solo por la implicación personal y casi lunática del director en el proyecto (dos años de rodaje en Filipinas en condiciones terribles, los problemas de producción y económicos...) merece tal mención. "Apocalypse now" vale por toda una carrera dadas sus tremendas coordenadas.

Inspirado por la novela de Joseph Conrad, "El corazón de las tinieblas", Coppola y Milius idearon el denso, tremendo y soberbio guión de la película, trasladando lo que en el libro era la atracción de un marinero hacia el hombre que debe asesinar, a la guerra del Vietnam. A partir de aquí nos sumergimos en una insuperable atmósfera, recorrida por un aliento místico/filosófico que la hacen aún más ser una obra única.
La película tiene un arranque arrebatador, enigmático, del todo fascinante y maravilloso: la imagen superpuesta del sufrido y pensativo rostro de Sheen con el zumbido adormecedor y a la vez pesadillesco de los helicópteros (jamás en una película se han empleado tan bien los helicópteros) que acaba en una explosión de fuego en la selva.
Coppola plantea la guerra de dos seres humanos contra sí mismos y su interior, algo mucho más dañino, inolvidable y obsesionante que matar a uno o doscientos charlies. Esa subida por el río es la más clara bajada a los infiernos.
Obra llena de memorables secuencias (el inicio, todo lo relevante al sonido de los helicópteros, la alucinante batalla dónde se usa napalm con el atípico capitán Duvall al mando, con dos soldados surfeando mientras caen las bombas a su lado y un cámara de televisión lo rueda todo "in situ", la música de Wagner, la llegada a la guarida de Kurtz...) hace que junto a su irrechazable, maravillosa y alucinante atmósfera sea un espectáculo grandioso, operístico, que transmite además una magistral sensación de irrealidad dentro de tan real y plausible pesadilla. Pese a ser una película indiscutiblemente bélica tiene tal complejidad que es tanto un thriller atípico como un drama filosófico/psicológico y, por supuesto, una obra maestra del cine de terror, pues es la exposición más impresionante que en muchos años se haya hecho de eso que podríamos llamar horror - los últimos 30 minutos me superan -.
Obra maestra, pues, hasta lo indecible, dotada de una fotografía alucinante y sublime de Storaro y una música de Carmine Coppola y el propio director que se solapan y armonizan con el resto de manera fabulosa, es, debo decirlo, una obra de arte escalofriante, sobrecogedora, maravillosa, quizás perfecta. Amo esta película.

Al capitán Willard (soberbio Sheen) le hacen el encargo de asesinar al coronel Kurtz (soberano y sobrecogedor Brando), que se ha desquiciado y está obsesionado con el mal. Una pequeña patrulla del ejército embarcará al capitán Willard y lo irán conduciendo río arriba hasta la apocalíptica, terrible y sórdida guarida del coronel Kurtz.
Así empezamos la aventura interior de Willard, un hombre harto de la maldita guerra y al que para más inri le han encargado una misión dolorosísima como es asesinar a un compatriota. Willard, a medida que va investigando y recibiendo información sobre Kurtz siente hacia él una obsesionante atracción/repulsión, cariño/odio, fascinación/repugancia que imprime a la película una ambiguedad fabulosa enriquecida por un hálito reflexivo de sesgo moral y filosófico que la hacen un film irrepetible. Cuando Willard llega a la guarida de Kurtz y ve allí el apocalíptico espectáculo montado y la indescriptible idolatría que propugnan los indígenas reclutados en ese lugar hacia el ya mítico y terrible Kurtz, cree haber llegado, efectivamente, al fin del mundo, cree haberse topado con el mismísimo infierno, con una guerra más cruenta, indescifrable y siniestra que la que le tiene absolutamente agotado y harto.
TÍTULO ORIGINAL Apocalypse Now (Apocalypse Now Redux)
AÑO 1979




DIRECTOR Francis Ford Coppola
GUIÓN John Milius & Francis Ford Coppola (Novela: Joseph Conrad)
MÚSICA Carmine Coppola
FOTOGRAFÍA Vittorio Storaro
REPARTO Martin Sheen, Marlon Brando, Robert Duvall, Laurence Fishburne, Frederic Forrest, Sam Bottoms, Albert Hall, Dennis Hopper, Harrison Ford, G.D Spradlin, Colleen Camp
PRODUCTORA United Artists (Omni Zoetrope Production)
PREMIOS 1979: 2 Oscars: Mejor fotografía, sonido. 8 nominaciones
1979: Festival de Cannes: Palma de Oro (ex aequo con "El tambor de Hojalata")
1979: Premios David di Donatello: Mejor director extranjero


SINOPSIS El Capitán Willard es un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense al que se le ha encomendado en Camboya la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se ha vuelto loco. En el corazón de la selva, en un campamento sembrado de cabezas cortadas y cadáveres putrefactos, la enorme y enigmática figura de Kurtz reina como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard, que le adoran como a un dios.

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Al capitán Willard (un hombre con sus propios problemas) le encargan un peligroso viaje río arriba hacia el interior de la selva camboyana. Su misión: matar a Kurtz, un enigmático coronel estadounidense instalado en aquella zona remota y que, aparentemente, ha perdido el juicio. Durante el trayecto, Willard comienza a sentirse fascinado por el currículum de Kurtz, al tiempo que empieza a conocer aspectos de la guerra que le harán comprender mejor las razones de ese hombre al que tiene que asesinar. Magistral disección de los horrores y sinsentidos de la guerra, en "Apocalypse Now" Coppola exprimió todo su dinero, ambición y talento -que no era poco- para rodar una fascinante bajada a los infiernos del conflicto de Vietnam. Por lo demás, Marlon Brando epata con un escalofriante personaje que consagra esta búsqueda de un coronel demenciado por los espantos de la más cruel creación del hombre. Una obra colosal, tan impresionante como inigualable.

2001: Una odisea del espacio

“2001” es ese monolito, ese tótem cinematográfico que marca un antes y un después en la cine de ciencia ficción. Esta palabra le corresponde con toda justicia. La preocupación de Kubrick por el verismo de todo lo que aparecía en la pantalla hace que estemos ante una película en la que las especulaciones que muestran vienen sostenidas por sólidas bases hasta hacer de “2001” una ficción, exenta de realidad, pero llena de realismo.
En sí es una ópera (es grandiosa, épica desde las primeras imágenes. Kubrick hablada de “odisea de la humanidad”) en tres actos, cada cual más subyugante e inspirado, hecha desde una inspiración asombrosa (no se volvió a hacer una película tan arriesgada), pero destilada hasta la pureza, lo que hace que sea una película milimetrada, magistral, donde nada sobra o falta para lograr un espectáculo fascinante y enigmático.
Es cine en estado puro. Pese a su extenso metraje, no creo que lleguen a 20 minutos los diálogos de la película, lo que hace que toda la fuerza, toda la fascinación venga dada por una imagen cuidada, impactante, magnética, que se queda grabada para siempre en nuestras retinas. A esto se suman unos efectos especiales (ideados por el propio Kubrick y Douglas Trumbull, que también fotografiaría y haría los fx de “Blade Runner”) que aún hoy mantienen el tipo.



Ninguna película ha hecho correr más ríos de tinta que esta. O se la ama o se la odia; ¡pero es imposible permanecer indiferente ante ella! Un guión maravilloso, basado en un relato corto de Arthur C. Clarke, nos lleva desde los albores de la humanidad (aprovechando para mostrarnos el primer asesinato de la historia) hasta un nuevo y inescudriñable amanecer. Entre estos dos extremos toda una descarga de imágenes, de una puesta en escena majestuosa, con un montaje que hace que la imagen te impregne, te lleve a reflexionar, pues en esta película Kubrick muestra todo, pero no explica nada (Clarke, cuando posteriormente hizo el libro se encargo de despejar en sus párrafos todos los misterios que contenía “2001”) y una música que trasciende su mero papel de acompañante hasta hacerte sentir la “sinfonía del universo” (Ningún director se acerca al manejo magistral que Kubrick siempre logró con sus bandas sonoras). La danza espacial al ritmo del “Danubio Azul”; la inmensidad y soledad del universo remarcado por las inspiradas notas de György Ligeti, o el archifamoso amanecer lunar al son de los compases de “Así habló Zarathustra” siguen resonando en nuestra memoria.
Punto y aparte merece el duelo de HAL 9000, quizá la parte más clásica de la película, pues puede ser contemplada cómo un sólido thriller de la máquina (es el personaje mejor construido, el más humano, y a la vez el más abstracto) contra el hombre.
Solemos llamar al cine “7º Arte”; pero hasta que no llego “2001” no podemos aplicar con justicia este término, pues sale del territorio de calificativos como magistral para situarse como “obra de arte”. Nada más y afortunadamente nada menos.


TÍTULO ORIGINAL 2001: A Space Odyssey
AÑO 1968




DIRECTOR Stanley Kubrick
GUIÓN Stanley Kubrick & Arthur C. Clarke (Novela corta: Arthur C. Clarke)
MÚSICA Richard Strauss, Johann Strauss
FOTOGRAFÍA Geoffrey Unsworth
REPARTO Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Daniel Richter, Laonard Rossiter, Margaret Tyzack, Robert Beatty, Sean Sullivan, Frank Miller, Penny Brahms, Alan Gilfford, Vivian Kubrick
PRODUCTORA Coproducción Reino Unido-EEUU; Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions
PREMIOS 1968: Oscar: Mejores efectos visuales. 4 nominaciones: director, guión y dirección artística
1968: Premios David di Donatello: Mejor producción extranjera


SINOPSIS La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por último, durante una misión de la NASA, HAL 9000, una máquina dotada de inteligencia artificial, se encarga de controlar todos los sistemas de una nave espacial tripulada.
CRÍTICAS ----------------------------------------
"La cinta más polémica, magnética y genial de Kubrick. La elipsis del hueso-espacio, el monolito y el enmudecimiento de Hal forman ya parte de la iconografía del siglo"

miércoles, 28 de marzo de 2012

Takeshi Kitano (武北野)



Takeshi Kitano es el director japones mas internacional despues de Akira Kurosawa.Su carrera empezo con el humor, formando un duo comico “manzai” que se llamaba “Two Beat” muy popular en Japón y  popular para los censores japoneses ya que el humor de Kitano muchas veces era censurado por contenido o lenguaje soez .Alternaba el humor en television con algunos papeles de cine.Durante esta etapa en la television hizo uno de los programas que mas impacto a toda una generacion española “Takeshi’s castle” que en España fue traducido como “Humor amarillo”.

Despues de esto se paso a dirigir cine por casualidad con “violent cop”, ya que en esta pelicula él era solo el actor principal pero una enfermedad del director hizo que Kitano fuera el director y el actor principal.La pelicula es sobre un policia violento y solitario, en la que Kitano ya empezo a dar muestras de lo que seria su cine mientras el publico japones descubria lo que aquel comediante podia hacer.

Al poco de rodar “Sonatine” una de sus grandes peliculas, Kitano sufrio un accidente de moto que luego fue reconocido por él mismo como un intento de suicidio. El publico japones penso que nunca se recuperaria pero apartir de ahi salieron algunas de sus mejores peliculas.

Takeshi Kitano en “Sonatine”

Actualmente Takeshi Kitano es un reconocido director en todo el mundo y sus peliculas son consideradas de culto.

La mayoría de las películas que Kitano ha dirigido son dramas acerca de mafiosos o la policía, caracterizadas por contar con un humor muy inexpresivo, casi estático. Comúnmente emplea largas tomas, donde parece que nada sucediera o la edición cuenta con cortes que saltan a las consecuencias de un suceso determinado. Muchas de sus películas expresan una filosofía sombría o nihilista, pero también cuentan con mucho humor y un gran cariño por los personajes. Paradójicamente, los largometrajes de Kitano parecen dejar impresiones controvertidas. Si bien superficialmente siguen la estructura de la comedia negra o del cine de yakuzas, enfatizan preguntas morales y entregan mucho material para la reflexión personal. Si bien el reconocimiento que recibe en el mundo crece, el público japonés le conoce principalmente como animador de televisión y comediante. Su interpretación de Zatōichi en la película homónima de 2003 ha sido, hasta el momento, su mayor éxito comercial en Japón. Dolls (2002), película que dirigió y en la que no participó como actor, se considera que es su obra maestra, tanto por el guion que él mismo escribió, como la puesta en escena y la fotografía hecha con una gran maestría en el tratamiento de los colores produciendo unos planos de excepcional belleza plástica.

Continua con su carrera en el cine tanto dirigiendo como actuando mientras tiene una catedra en la universidad de bellas artes de Tokyo que tambien compagina como tertuliano en algunos programas de television japoneses.




Algunos datos curiosos
-Cuando Takeshi Kitano hace de actor en una pelicula en los creditos consta como “Beat Takeshi” ya que era como se le conocia cuando estaba en el duo comico “Two beats”
-Diseño cuatro videojuegos entre ellos Takeshi no Chōsenjō un videojuego para odiar a los videojuegos y que consta como el peor videojuego jamas creado segun Famitsu.
-Los temas mas recurrentes en las peliculas de Kitano son los Yakuza, el humor surrealista, el nihilismo, el suicidio y los dilemas morales entre otros.
-Ha escrito varios libros de poesia, novelas, y libros de critica. Tambien se dedico a la pintura durante un tiempo y con un gran exito.
-Durante su etapa en television entrevisto dos veces al polemico Shoko Asahara fundador de la secta religiosa ”Aum Shinrikyo” (Verdad suprema) que luego atento en el metro de Tokyo. Lo que le valio varias criticas aunque él nunca ha expresado ninguna opinion sobre religion.

Robert de Niro

Ganador de dos premios Óscar, es ampliamente conocido por sus papeles de gánster y de personajes conflictivos y turbulentos, destacando sus múltiples colaboraciones con el director Martin Scorsese y por sus primeros trabajos con el director Brian De Palma.

Es considerado como uno de los actores más importantes del cine estadounidense, así como también uno de los más versátiles y camaleónicos, ya que ha interpretado personajes de toda clase de géneros, así como de terror, drama, e incluso de comedia. Sus interpretaciones más destacadas se encuentran en cintas como El Padrino II, Taxi Driver, The Deer Hunter, Toro salvaje, Érase una vez en América, Goodfellas, Despertares, Cape Fear, Casino y The Untouchables.

Con veinte años de edad, en 1963, De Niro hace su primera intervención cinematográfica junto al director Brian De Palma en la película The Wedding Party, que sin embargo no se estrenó hasta 1969. Esta sería la primera colaboración con Brian De Palma, director con el que De Niro entablaría una gran amistad. Durante los años 60, hizo varios trabajos en el teatro, y en 1965 trabaja como extra en la película francesa Trois Chambres À Manhattan. En 1968, volvió a ser contratado por Brian De Palma e hizo su debut en el cine con la película Saludos. En 1970 también participó en una película de De Palma, ¡Hola mamá!.

A De Palma le encantaban las contribuciones que De Niro hizo junto a él en sus películas, y entonces el director sería el encargado de presentar a los demás directores a De Niro como un gran actor. Entonces gracias a su amistad con De Palma logró en el año 1973 obtener un papel en la película Muerte de un jugador, con el que ganaría cierta popularidad. En ese mismo año empezó una prolífica colaboración con el también director Martin Scorsese en la película Malas calles.

De Niro y Scorsese también cosecharon una buena relación, con la que darían fruto películas como Taxi Driver (1976), New York, New York (1977), Toro salvaje (1980), El rey de la comedia (1983), Goodfellas (1990), Cape Fear (1991) y Casino (1995).


En la mayoría de estas películas, De Niro interpretó personajes emocionalmente inestables con tendencias sociopáticas. Taxi Driver es particularmente importante, pues su actuación del personaje de Travis Bickle le valió la fama mundial, y unió para siempre el nombre de De Niro con el famoso monólogo "¿Me estás hablando a mí?".

En 1974, De Niro participó en El Padrino II, dirigida por Francis Coppola, en el papel del joven Don Vito Corleone. En la primera entrega este personaje fue interpretado por Marlon Brando y de hecho se negoció con el actor para que volviese a interpretar el papel en la segunda parte, pero debido a que tenía problemas con la productora, rechazó el papel. Su actuación le dio su primer Óscar al mejor actor de reparto. Curiosamente De Niro y Marlon Brando son los únicos actores que han ganado un Óscar interpretando al mismo personaje, Brando ya lo había ganado (aunque lo rechazó) por interpretar al viejo Vito Corleone en El Padrino. Curiosamente De Niro había audicionado para el papel de Sonny Corleone, papel tomado por el actor James Caan.

En 1976, De Niro aparece junto con Gérard Depardieu en la película de Bernardo Bertolucci, Novecento

En 1978, interpreta a Michael Vronsky, en el aclamado film sobre la guerra de Vietnam, The Deer hunter. Otra notable actuación fue en el papel del gánster judío David Aaronson en la película Érase una vez en América de Sergio Leone.

En 1980, rueda Toro salvaje. Su papel de Jake La Motta en esta película es considerada como una de las diez mejores interpretaciones de la historia del cine y la valió para ser galardonado finalmente con el Óscar al mejor actor.

Temiendo encasillarse en este tipo de personajes duros y conflictivos, De Niro empieza a hacer trabajos diferentes y ocasionalmente papeles de comedia, y donde obtuvo mucho éxito con películas como Huida a medianoche (1988), La cortina de humo (1997), Analízate (1999), La familia de mi novia (2000) y Los Fockers (2004).



Otras de sus películas son: Enamorarse (1984), La misión (1986), El corazón del ángel (1987), Despertares (1990), Sleepers (1996), y Ronin (1998). En 1993, actuó en This Boy's Life, con el aquel entonces actor infantil Leonardo DiCaprio y la actriz Ellen Barkin. Alrededor de este tiempo, se le ofreció el papel de Mitch Leary en En la línea de fuego frente a Clint Eastwood, De Niro quien rechazó al papel, y quedó en manos de John Malkovich (quien recibió una nominación al Óscar por el papel), debido al compromiso de dirigir su primera película, Una historia del Bronx. Ese mismo año recibe el León de Oro especial del Festival de Venecia, por los méritos obtenidos a largo de su carrera cinematográfica.

En 1995, De Niro protagonizó en la cinta de acción policial de Michael Mann, Heat, junto con su colega y amigo de mucho tiempo, Al Pacino. El dúo atrajo la atención de los medios, ya que el talento y renombre de ambos ha sido comparado a lo largo de sus carreras. Aunque ambos Pacino y De Niro protagonizaron en El Padrino II, en aquel entonces nunca compartieron tiempo de pantalla y en Heat fueron escasas las escenas que interpretaron juntos, fomentando el falso rumor de una rivalidad profesional y personal entre ambos íconos del cine.

Volvió a unirse con Harvey Keitel y Ray Liotta, pero en esta ocasión junto con Sylvester Stallone en el drama criminal Tierra de Policías (1997). De Niro desempeñó un papel secundario, dejando los principales a Stallone, Keitel y Liotta. En 1996, interpretó a Gil Renard, un fanático loco en The Fan.


En 2000, interpretó a Leslie William "Billy" Sunday, un Suboficial alcohólico y racista en Men of honor. En 2004, De Niro prestó su voz para interpretar a "Don Lino", el villano en la película de animación Shark Tale, junto a Will Smith. También repitió su papel de Jack Byrnes en Los Fockers, y apareció en Stardust. Todas las películas aunque tuvieron moderado éxito en la taquilla, De Niro recibió críticas mixtas y fue denostado por la crítica que argumentaba que el actor había dejado de aparecer en cintas de contenido dramático y de dar las notables interpretaciones como las del pasado, inclusive fue juzgado de descuidar el material en que aparecía. Cuando se encontraba haciendo promoción para Shark Tale, De Niro dijo que era su primera experiencia prestando su voz para un animado, y recalcó que fue un momento agradable en su carrera.

De Niro tuvo que rechazar un papel en Los Infiltrados (Martin Sheen tomó el papel en su lugar) debido a los compromisos con la preparación de El buen pastor. Al respecto menciono: "Yo quería. Me gustaría haber podido, pero estaba preparando tanto El buen pastor que no tuve el tiempo necesario. Estaba tratando de hacerlo de alguna forma mientras preparaba la cinta. Simplemente no fue posible".

En 2007 volvió a trabajar como director en la cinta El buen pastor, protagonizada por Matt Damon junto con Angelina Jolie. La película también le reunió en pantalla con su amigo Joe Pesci, con quien había colaborado en Toro Salvaje, Goodfellas, Una historia del Bronx, Érase una vez en América y Casino.

En 2008 se estrenó el filme policiaco titulado Righteous Kill en el que actúa junto a Al Pacino por vez primera durante todo el largometraje. Al año siguiente, estelarizó el drama Todos están bien, junto a Drew Barrymore y Kate Beckinsale, la cinta es un remake del clásico de 1990 Están todos bien de Giuseppe Tornatore. En 2010, aparece en la cinta de acción Machete de Robert Rodriguez junto a un elenco encabezado por Danny Trejo, Michelle Rodríguez, Jessica Alba y Steven Seagal; aparece en Little Fockers, otra secuela de Meet the Parents y en el thriller Stone con Milla Jovovich y Edward Norton.

En 2011, De Niro aparece en la cinta de acción Killer Elite junto a Jason Statham y Clive Owen, en la adaptación de la novela Limitless junto a Bradley Cooper, y en New Year's Eve una comedia romántica dirigida por Garry Marshall. Más de tres décadas después de la cinta Novecento de Bernardo Bertolucci, De Niro estelariza en uno de los tres episodios de la cinta italiana Manuale d'amore 3, con Monica Bellucci, elaborada por el italiano Giovanni Veronesi.

En 2012, aparecerá en las cintas Freelancers, Red Lights y Another Bullshit Night in Suck City.

Método

De Niro es alabado por su compromiso en la interpretación de los papeles, por su técnica metódica de actuación y por el intenso estudio de los antecedentes o rasgos físicos y psicológicos de los personajes que interpreta.

El apartamento



Hay películas que desde luego parecen tocadas por una gracia más allá del talento o la fortuna. The apartment, la película número diecisiete dirigida por Wilder a sus cincuenta y pocos años, parece una de ellas.
 
Perfecta mezcla de tragedia y comedia, ésta tragicomedia genial es el puente entre el clasicismo de los 50 y la nueva ola de los 60. Un cuento moral sucio, como algunos detractores la calificaron, cuando a Wilder seguramente no le hubiera desagradado el término. Porque es un cuento moral, de eso no hay duda. Como asume el personaje de Shirley MacLaine al de Jack Lemmon: “el mundo se divide en víctimas y aprovechados, usted y yo somos víctimas.”

C.C. Baxter (Lemmon) es un solitario, y un pobre diablo, pero también es un trepa, que le deja el apartamento a sus jefes para que puedan ir allí con sus amantes. Gracias a esto consigue ir ascendiendo en la gran empresa de seguros donde trabaja, de la cual es ascensorista una preciosa muchacha llamada Fran Kubelik (MacLaine).

La idea para esta película le vino a Wilder cuando vio la maravillosa película de David Lean Breve encuentro, en la que los dos amantes se reúnen en un apartamento que a él le ha prestado un amigo. Con este punto de partida Wilder dispone su relato más amargo y feroz de la sociedad capitalista, con su habitual misantropía salvaje.

De sus diez nominaciones al Oscar se alzó con cinco, con lo que Wilder se resarció después de la ‘borrachera’ del año anterior con Ben-Hur arrasando todo. La década empezaba muy bien para él, y así seguiría un tiempo, pero terminaría de forma muy dura, y todos los éxitos y premios conseguidos hasta este momento de poco le ayudarían.
TÍTULO ORIGINAL The Apartment
AÑO 1960




DIRECTOR Billy Wilder
GUIÓN Billy Wilder, I.A.L. Diamond
MÚSICA Adolph Deutsch
FOTOGRAFÍA Joseph LaShelle (B&W)
REPARTO Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Ray Walston, Edie Adams, Jack Kruschen, Joan Shawlee, Hope Holiday, David Lewis, Naomi Stevens, Johnny Seven, Joyce Jameson, Willard Waterman, David White
PRODUCTORA United Artists / The Mirisch Corporation
PREMIOS 1960: 5 Oscars: Película, director, guión original, dirección artística, montaje. 10 nomin.
1960: Globo de Oro: Mejor película: Comedia
1960: BAFTA: Mejor película
1960: Festival de Venecia: Mejor actriz (Shirley MacLaine)
1960: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película (ex-aequo)

sábado, 24 de marzo de 2012

Gregory Peck




Gregory Peck tenía todas las condiciones que acompañan a un gran actor: altura, elegancia, belleza, una grave y profunda voz, y una gran sobriedad frente a las cámaras. “¿Conocéis la expresión alto, moreno y guapo? Pues así fui conocido durante muchos años”, solía recordar. Sin embargo nunca fue un divo, ni se dio aires de estrella. “¿Qué es lo que queda cuando echo la vista atrás?”, se preguntaba en voz alta poco antes de morir. “No es la fama sino el trabajo y sobre todo, la familia. Cuando en el transcurso del tiempo todo lo demás va desapareciendo, lo único que permanece son las pocas veces que hice un buen trabajo y mi familia”.


Algunas de las mejores películas en las que intervino fueron  Mi desconfiada esposa, junto a Lauren Bacall, Arabesco, con Sofia Loren, o El cabo del terror.


Gregory Peck nació el 5 de abril de 1916 en La Jolla, California. De niño su abuela le llevaba al cine todas las semanas y así muy pronto nació su deseo de convertirse en actor. En 1942 debutó en los escenarios de Broadway y un año después ya estaba en Hollywood rodando su primera película, Días de Gloria.


Trabajó a las órdenes de los mejores directores del Hollywood clásico como Alfred Hitchcock, Robert Mulligan, Vincente Minelli, Elia Kazan, Henry King o Raoul Walsh y solía interpretar a personajes que encarnaban las virtudes americanas más sencillas, como hizo en El despertar, o que tenían profundas convicciones éticas y morales, como el inolvidable Atticus Finch de Matar a un ruiseñor, por el que ganó el Oscar al mejor actor en 1963. Pero también se le recuerda por los pocos personajes que hizo de malo, como el de Lewt McCanls de Duelo al sol, o el siniestro doctor Mengele de Los niños del Brasil.


Gregory Peck murió el 12 de junio de 2003 en Los Ángeles añorando siempre la época dorada de Hollywood en la que durante tantos años trabajó y triunfó. “En una ocasión hice una película con Ava Gardner y cuando caminábamos por los decorados del estudio para ir a almorzar, todos los que allí trabajaban, desde los ejecutivos a los operarios, se paraban para ver caminar a Ava. Me parece que aquellos tiempos eran más divertidos”.