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lunes, 28 de febrero de 2011

No es más rico el que más tiene










Sino el que menos necesita.



¿Sabes cuál es tu problema? Que tienes demasiado dinero. ... y que no tienenes el suficiente.


Federico Fellini marca la separación entre sus trabajos neorrealistas y su posterior periodo simbolista con la pelicula La dolce vita (1960).


Carente de una estructura tradicional en su trama, el filme presenta una serie de noches y mañanas a lo largo de la Via Veneto en Roma, vistas desde los ojos de su personaje principal, un reportero de crónicas sociales llamado Marcello (interpretado por Marcello Mastroianni).


Marcello es un hombre que no está comprometido con nada, como lo demuestran sus relaciones con su simple y celosa amante Emma (Yvonne Furneaux), con una sofisticada mujer (Anouk Aimée) con la cual tiene una relación temporal, y una espectacular actriz americana de nombre Silvia (Anita Ekberg) a la cual sigue mientras ésta vaga en Roma (incluyendo la notable escena de su baño nocturno en la Fontana de Trevi) y con una multitud de otros personajes que habitan en Via Veneto. Marcello quiere dejar su trabajo como columnista de chismes para convertirse en novelista, pero parece que nunca es capaz de concentrarse lo suficiente para hacer algún progreso en sus escritos.


En la famosa primera escena del filme, Marcello está en un helicóptero para llevar al Vaticano una estatua de Jesús. En el camino, el helicóptero se detiene para observar a un grupo de mujeres que están tomando el sol en una azotea. Marcello pregunta a las mujeres por su número telefónico y éstas le preguntan hacia dónde lleva la estatua. El ruidoso motor del helicóptero evita el mutuo entendimiento. Este tema de la falta de comunicación se vuelve a tocar a lo largo del filme.


Entre los episodios más famosos de La dolce vita están la gran escena goyesca del falso milagro, donde dos niños mienten acerca de una supuesta aparición de la Virgen en las afueras de Roma, en donde se ve una multitud inmensa, y el episodio de Steiner (interpretado por Alain Curry), un amigo intelectual de Marcello con una vida familiar perfecta, quien termina asesinando a sus hijos y cometiendo suicidio. Tras la muerte de Steiner, Marcello se adentra en una vida sin sentido de orgías, el final es simbólico, hace mención al tema de la incomunicación, y a la decisión final de Marcello, terminando con una clara interrogación dirigida al espectador.




La fe es un tormento









Es como amar a alguien que está ahí en la oscuridad...
Es lo que diría Antonius Block, el caballero cruzado que regresó con su escudero a su pueblo natal, en Suecia, después de 10 años de ausencia en las Cruzadas. Se encuentró con una comarca diezmada por la peste.
Este es el vehículo introductor de la película sueca, de 1957, El séptimo sello, dirigida por Ingmar Bergman. Protagonizada por Max von Sydow, Bibi Andersson, Gunnar Björnstrand, Bengkt Ekerot y Nils Poppe en los papeles principales. Película que fué galardonada con varios premios cinematográficos europeos.
En ella, la figura de la Muerte aparece para reclamar la vida de los habitantes de su pueblo. Antonius decide retar a la Muerte a un juego de ajedrez, y con ello ganar tiempo para así encontrar un acto, cuya ejecución le dé sentido a su vida antes de morir.
La escena de la partida de ajedrez está inspirada en un mural del pintor medieval de iglesias Albertus Pictor ("Albert Målare"), quien también aparece como personaje en la película.
Mi partida con ella está en tablas.

domingo, 27 de febrero de 2011

¡Ya llegué!

















Wendy...., ¡ya llegué!





"Mucho trabajo y poca diversión hace que Jack sea un muchacho aburrido", son las palabras con las que el personaje central de este thriller sicológico escribe en su máquina de escribir mientras batalla contra un bloqueo mental, de esos que afectan a los escritores cuando tienen que trabajar.

¿Será solamente por coincidencia que este personaje en conflicto sea interpetado por Jack Nicholson que ha construido su carrera en roles de temer? No lo creemos. Resplandor, dirigida por el visionario Stanley Kubrick, está basada en la novela homónima de Stephen King.

Jack Torrance, su esposa y su hijo pequeño, deciden escapar a las Montañas Rocosas durante el invierno y hacerse cargo de un viejo y gran hotel que permanece cerrado durante cinco meses en el año. Jack supone que esta es la oportunidad ideal para escribir sin muchas perturbaciones mientras su esposa busca la oportunidad de tener un poco de paz y silencio. El hijo tiene habilidades síquicas y descubre que el hotel está encantado. A través de las visiones del niño, Kubrick permite que el espectador vislumbre los casos de asesinato y mutilaciones que ocurrieron en el pasado, pero las imágenes son suficientes como para sugerir que los incidentes fueron horripilantes. El niño también ve a su padre golpeando a su madre y a él. Las premoniciones del niño se cumplen; Jack enloquece, y el niño y su mujer son el blanco de su crisis. En la última escena de la película Jack efectúa una vertiginosa y escalofriante persecusión por un laberinto nevado.
El resplandor es el título de un largometraje dirigido por Stanley Kubrick en 1980 basado en la exitosa novela de terror de Stephen King del mismo nombre. Su título original en inglés es The Shining.
Argumento

Comienza cuando el aspirante a escritor Jack Torrance acuerda ser el cuidador del Hotel Overlook durante los meses de invierno en los que el hotel queda aislado por la nieve. Jack está convencido que la soledad le vendrá bien para escribir. Cuando llega al hotel con su mujer y su hijo vidente el edificio está siendo desalojado. El cocinero del hotel, Dick Hallorann, percibe que el muchacho posee el resplandor y lo advierte de no entrar en la habitación 237. Cuando llega el invierno la familia queda aislada del mundo exterior y fantasmas, reales o imaginarios, pronto comienzan a ejercer su maléfica influencia sobre Jack. Las fuerzas malignas del hotel y su propia demencia lo llevan al límite y Jack, inmerso en un espiral psicótico, ataca a su mujer e hijo en una desquiciada persecución. Al final, Wendy y Danny escapan pero Jack muere congelado atrapado dentro de un laberinto cerca del hotel.

A medida que la trama se desarrolla extraños sucesos se multiplican hasta que llega un momento donde no es posible discernir si Jack está mentalmente perturbado o verdaderamente embrujado. En estas inquietantes y misteriosas circunstancias Kubrick describe el modo en el que el pasado elitista del hotel alimenta el resentimiento que Jack siente por su familia y sus fantasías de llegar a ser un escritor libertino al estilo de Scott Fitzgerald. Jack es un hombre que ama la historia, la atmósfera de clase alta del hotel Overlook y que desea, como le dice a Danny, quedarse allí ‘por siempre y siempre jamás’. Jack se anima y se vuelve sociable sólo cuando los fantasmas se le aparecen. Estos le reconocen, le llaman señor y, a pesar de su aspecto escasamente pudiente y desaliñado, le permiten dejar fiado en el bar inmediatamente, ‘ordenes de la casa’, le dicen. Por otro lado Jack nunca se muestra cariñoso con su tímida mujer ni juega con su hijo. En la novela de King, Wendy es un personaje independiente, decidido y capaz. En la versión cinematográfica de Kubrick queda convertida en un personaje inocente, ridículo, frágil y miedoso que se aferra a un matrimonio problemático. Hacia el final de la película Jack se ha convertido en un hombre que desprecia a su mujer. Cuando Wendy lo mantiene a raya con un bate de béisbol su elaborada condescendencia y su curiosa forma de amenazarlo intensifican un ligero fastidio que la audiencia ha sido animada a sentir por Wendy, poniendo la película al borde de la misoginia. Para Jack su mujer personifica la molesta realidad y sus eventos triviales sin importarle su trascendencia. Esto es ejemplificado a la perfección en la escena en la que Jack está mecanografiando en el Salón Colorado y Wendy llega para decirle que una gran tormenta de nieve está en camino. Furioso por lo que Jack considera una innecesaria interrupción de su trabajo la echa cruelmente. Su indiferencia por lo que Jack considera una banalidad le costará la vida ya que este morirá congelado debido a las rigurosas condiciones ambientales.
Basada en la novela homónima de Stephen King, es considerada la película maldita de Stanley Kubrick. Además de la tensión sobrehumana a la que sometió a todos los actores y el incendio del set de decorados del hotel Overlook -que pospuso el rodaje varias semanas-, se unió a esta serie de infortunios una reducción del metraje de la versión europea, impuesta por el propio Kubrick tras comprobar el fracaso comercial que estaba sufriendo en Estados Unidos, y un pésimo doblaje en España que el tiempo ha hecho famoso. Aunque, con el tiempo, fue ganando impulso, y a la larga se transformó en un éxito recaudando $94.984.856. Es considerada una obra maestra del género terror y cada metro de la cinta es reflejo fiel del estilo escénico. Es también muy destacada por el manejo de cámaras ,especialmente el seguimiento del niño en su triciclo ,que posteriormente quiso ser imitada por muchos directores contemporáneos.

No había nada que entender



A medida que nos enamoramos, nos entendimos entre sí
Es impresionante ver cómo se nos pasan las cosas desapercibidas, y a veces es tan fácil notarlas, basta con poner un poco de atención, desconectarse del circuito constante de nuestras vidas y fijarse en los detalles, en esos que nos parecen tan obvios, pero que muestran tanto de nosotros como seres “individuales” o en sociedad, claro está, que la manera de ver, comprender o analizar estos temas depende del criterio personal de cada uno, pero a mi manera de ver, me parece absurdo que el ser humano desperdicie tanto tiempo en su complejidad de autómata y no lo utilice en recrearse, compartir, conocer, aprender o simplemente disfrutar su vida.

Debemos tomar conciencia, estamos aún a tiempo, podemos resistir contra el imperio de la máquina, la pobreza existencial, la pérdida de los valores... podemos ser más que seres sometidos al sistema... ¡Somos más! Solo depende de nosotros cultivarnos y hacernos florecer sobre este campo minado.
No creo que seamos seres independientes, dependemos casi por completo de nuestro entorno, de la gente que nos rodea y del medio ambiente como para creer que somos tan avanzados e independientes de aquello que nos rodea. Este entorno cada día más opaco y sin vida en el que la condición de ser humano se abandona ... cuando multitudes de seres humanos pululan por las calles de las grandes ciudades sin que nadie los llame por su nombre, sin saber de qué historia son parte o hacia donde se dirigen, el hombre pierde el vinculo delante del cual sucede su existencia... ya no vive delante de su pueblo, de sus vecinos, de su dios, si no angustiosamente perdido entre multitudes cuyos valores no conoce o cuya historia apenas comparte....
L'eclisse (El eclipse) es una película italiana de 1962 dirigida por Michelangelo Antonioni. Protagonizada por Alain Delon, Monica Vitti y Francisco Rabal en los papeles principales.
Es la conclusión de la trilogía informal de Antonioni sobre el "malestar moderno" encabezada en 1960 por La aventura, y La noche en 1961.
La película cuenta la historia de una joven mujer, Vittoria (Monica Vitti) que rompe con su novio Riccardo (Francisco Rabal) para marcharse con otro hombre (Alain Delon). Este film despliega el tema de la incomunicación humana en las grandes ciudades postmodernas.
Con esta película, Antonioni alcanza la apoteosis de su estilo modernista, retomando sus temas favoritos: el distanciamiento humano y la dificultad de encontrar conexiones en un mundo cada vez más mecanizado.
misteriosa y genial
Me resulta difícil de racionalizar, pero lo cierto es que de algún modo esta película tiene la capacidad para pulsar resortes olvidados, o quizá nunca reconocidos, de nuestra sensibilidad; se trataría de una especie de secreta conexión entre el hombre y sus pasiones con ciertas dimensiones del espacio y en parte, del tiempo. Podría referirme a su espléndida fotografía, a los sugerentes escenarios, al encanto, pero también gravedad que transmiten Monica Vitti y Alain Delon en la cumbre de su apostura juvenil. Pero me centraré en tratar de desentrañar los significados de sus misteriosas y a veces desconcertantes imágenes.Creo que en esta película se nos propone una nueva vuelta de tuerca sobre las temáticas habituales en el cine de Antonioni (la incomunicación, la fragilidad de las relaciones humanas, la alienación del hombre en el mundo moderno), pero dentro de un contexto que se podría calificar de metafísico. Tal es así, que aunque el fantasmagórico edificio en construcción o la astilla de madera empiezan siendo, como en cualquier película convencional, meros decorados o elementos de atrezzo, acaban sin embargo convertidos finalmente, no solo en inamovibles testigos, sino también en verdaderos protagonistas de la narración, hasta el punto que los hasta entonces protagonistas de carne y hueso acaban por desaparecer del escenario de sus encuentros. Así pues, el escenario se revela finalmente como más “real” e importante que los propios personajes; tal es la estratagema que nos propone Antonioni con el fin de poner de relieve la fragilidad de estos, así como la contradictoria fugacidad de los sentimientos que los animan. Es como si la materia inerte, huérfana de conexión con sus antiguos habitantes adquiriera de pronto una cualidad extraña. Una cualidad que también tendría algo de correlato material de la situación anímica de los protagonistas.En mi opinión, esta usurpación deviene finalmente una metáfora inquietante de la fugacidad de la vida humana. Porque las pasiones juveniles, los bellos gestos, risas, y miradas, por muy maravillosos que nos hayan parecido, están condenados a desaparecer y a perderse en el olvido. ¿Y qué es lo que queda entonces, al final? Prácticamente nada. Solo un borroso y melancólico recuerdo flotando en los ahora desolados espacios, testigos silenciosos del eterno –y quizá intrascendente a la postre- drama del devenir humano.Pero como otras grandes obras de arte, esta película está abierta a múltiples significados. Quizá sería mejor limitarse a dejarse embriagar por la impronta que sus imágenes hipnóticas producen en nuestros sentidos. Esas miradas ambiguas de los protagonistas después de haber cruzado el paso de peatones. Las cortinas de cáñamo cubriendo el silencioso edificio convertido en extraño y fantasmagórico tótem. O la astilla de madera otrora tocada por una mano ilusionada, y ahora flotando a la deriva en el agua que fluye inexorablemente hacia la alcantarilla.

sábado, 26 de febrero de 2011

Curiosidades de Terciopelo Azul

Terciopelo Azul posee varias referencias a Abraham Lincoln y su asesinato?. Entre ellas por ejemplo la calle Lincoln donde se sitúan los apartamentos de la historia, el apellido del personaje de Frank Booth basado en el del asesino de Lincoln, John W. Booth, o incluso la secuencia del disparo de Don absolutamente igual que el asesinato del ex presidente norteamericano

viernes, 25 de febrero de 2011

Aún las alcachofas tienen corazón








“Al menos nunca serás un vegetal, aún las alcachofas tienen corazón.”



Y si no, que se lo digan a Amelie, la chica que en su infancia fue limitada por la falsa preocupacion de su padre de que ella sufria del corazon. Bajo estas condiciones Amelie casi no tiene contacto con otras personas. Esto la lleva a recurrir a su propio mundo fantastico y a sueños de amor y belleza. Ella luego se vuelve una joven adulta y se muda al centro de Paris trabajando como mesonera. Despues de encontrar un tesoro oculto perteneciente al anterior inquilino de su apartamento, ella decide buscarlo y devolverselo. Despues de ver la reaccion del hombre y su nueva perspectiva ante la vida, ella se propone dedicar su vida a ayudar a la gente a su alrededor. Como por ejemplo, a su padre, quien esta obsesionado con los enanos de jardin, un escritor sin exito, una hipocondriaca, un hombre que acosa a sus ex-novias, el "fantasma", una joven alma suprimida, el amor de su vida y un hombre cuyos huesos son tan fragiles como el cristal. Pero despues de agotarse llevando a cabo estas travesuras, ella se da cuenta de que esta descuidando su propia vida y la busqueda de su amor. Amelie entonces descubre que debe ser mas agresiva y tomar el control de su vida para conseguir el amor con el que siempre soñó.






Amélie (título original: Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, "El fabuloso destino de Amélie Poulain") es una película francesa del género comedia romántica estrenada en 2001. El lema de la película era "Ella cambiará tu vida..." (En francés: "Elle va changer ta vie...").




Co-escrita junto a Guillaume Laurant por su director, Jean-Pierre Jeunet, la película tiene como protagonistas a Audrey Tautou (Amélie Poulain) y a Mathieu Kassovitz (Nino Quincampoix).






Comienza con una voz en off que narra la niñez de Amélie, la cual creció aislada del resto de los niños por decisión de su padre, debido a su equivocada creencia de que ella sufría problemas cardiacos (equivocado pues cada vez que él le hacía un chequeo médico en casa, el corazón de Amélie se disparaba simplemente por el contacto físico con su padre, ya que él normalmente nunca era afectivo con ella). Este hecho, junto con el ambiente tenso que imperaba en su casa debido también a la naturaleza inestable y nerviosa de su madre, y sobre todo por la trágica muerte de ésta al caérsele encima una turista suicida que se lanzó al vacío desde lo alto de la iglesia de Notre Dame, lo que agudizó las tendencias antisociales de su padre, hacen que la niña desarrolle una inusual y activa imaginación. Como se cita en la película, “pasan los dias, los meses y después los años. A su alrededor todo parece tan muerto que Amélie prefiere soñar hasta alcanzar la edad para irse de casa". Amélie cumple 22 años y deja su casa para instalarse en un apartamento en Montmartre que se costea trabajando como camarera del "Café des 2 Moulins” (café los 2 molinos). Allí se da a conocer una serie de personajes de lo más excéntricos con los que Amélie interactuará durante toda la película:




Suzanne, la dueña, antigua artista del desnudo, que cojea un poco pero nunca derrama nada, a la que le gusta ver a los atletas que lloran por desilusión y no le gusta que un hombre sea humillado en presencia de su hijo.








Georgette, la vendedora de tabaco hipocondríaca, la cual odia la frase “el fruto de su vientre”.



Gina, camarera como Amélie, cuya abuela era sanadora, y a quien le gusta hacer tronar los huesos de los dedos.



Hipólito, un escritor fracasado, a quien le gusta ver toreros corneados en televisión.



Joseph, el amante rechazado de Gina, quien se pasa espiándola todo el día y a quien sólo le gusta explotar el papel de burbujas.



Philomène, azafata de vuelo, a quien le gusta el ruido producido por el tazón del gato en el azulejo, al cual le gusta oir historias para niños.



Amélie no tiene novio, lo intentó una o dos veces, pero los resultados la desanimaron. En su lugar Amélie ha cultivado un gusto por los pequeños placeres, como: meter la mano en un saco lleno de legumbres, romper la capita de azúcar caramelizado de una crema catalana con una cuchara, verle la cara en la oscuridad en el cine a la gente, lanzar piedras en el canal de San Martín o tratar de adivinar cuántas personas hacen algo en un determinado momento.



Pero el 30 de agosto de 1997 ocurre el evento que cambiará la vida de Amélie. Tras una serie de circunstancias por el shock ocasionado al enterarse por televisión del accidente de Lady Di, descubre tras una losa de su baño el pequeño tesoro guardado por un niño hace cuarenta años. Fascinada por el hallazgo, el 31 de agosto a las 4:00 de la madrugada, tiene una idea espectacular: dondequiera que esté, Amélie encontrará al dueño y le devolverá su tesoro. Si lo conmueve, se convertirá en una vengadora del bien. Si no, pues no.



Con la ayuda de su vecino Raymond (un anciano conocido como “el hombre de cristal” por la debilidad de sus huesos, que lleva 20 años sin salir de casa y que sólo ve el mundo a través de la reproducción de un cuadro de Pierre-Auguste Renoir) y tras una larga búsqueda por toda la ciudad, Amélie consigue finalmente localizar al dueño del tesoro y devolvérselo de forma casual tras una estrategia muy original. El dueño no sólo se emociona profundamente al descubrir que toda su infancia estaba en esa cajita, sino que además se plantea mejorar su vida actual.



En ese momento Amélie tiene una sensación de completa armonía y decide volcarse hacia los demás para crearles felicidad en sus vidas.

Pero mientras todo esto sucede y nadie se preocupa por Amélie, ella se ve forzada de forma involuntaria a examinar y valorar su vida solitaria. Este sentimiento se agudiza especialmente tras conocer a Nino, un chico tan raro y soñador como ella, que trabaja medio día en “el tren del horror” y el otro medio en un sex shop, que colecciona las fotos que la gente va desechando en los fotomatones. Amélie siente fascinación por Nino pero prefiere un encuentro casual a una presentación directa. Lo intenta varias veces sin éxito y acaba dejándolo por imposible. Pero finalmente Raymond, le corresponde con la misma moneda a Amélie, incitándola a buscar lo que había dejado en un segundo plano: su propia felicidad. Así, Amélie, acaba felizmente en los brazos de Nino al que besa de la forma más sutil y complaciente que se pueda imaginar.






jueves, 24 de febrero de 2011

¿Impresionismo o art decó?



En una megalópolis del siglo XXI los obreros viven en un gueto subterráneo donde se encuentra el corazón industrial con la prohibición de salir al mundo exterior. Incitados por un robot se rebelan contra la clase intelectual que tiene el poder, amenazando con destruir la ciudad que se encuentra en la superficie, pero Freder (Gustav Frölich), hijo del dirigente de Metrópolis, con la ayuda de la hermosa María (Brigitte Helm) de origen humilde, intentarán evitar la destrucción apelando a los sentimientos y al amor.

El filme se desarrolla en el año 2026, en una ciudad-estado de enormes proporciones llamada Metrópolis. La sociedad se ha dividido en dos grupos antagónicos y complementarios: una élite de propietarios y pensadores, que viven en la superficie, viendo el mundo desde los grandes rascacielos y paisajes urbanos, y una casta de trabajadores, que viven bajo la ciudad y que trabajan sin cesar para mantener el modo de vida de los de la superficie. El presidente-director de la ciudad es Johan 'Joh' Fredersen (interpretado por el actor Alfred Abel).

Una figura carismática y pacificadora llamada María defiende la causa de los trabajadores. Pero en lugar de incitar a una revuelta, insta a los trabajadores a buscar una salida pacífica y tener paciencia, esperando la llegada del "Mediador", que unirá ambas mitades de la sociedad. El hijo de Fredersen, Freder (Gustav Fröhlich) conoce a María y queda prendado de ella. Al seguirla sin que ésta se dé cuenta, penetra en el mundo subterráneo de los trabajadores y mira con sus propios ojos las pésimas condiciones en que éstos viven y trabajan, así como el desdén absoluto de los propietarios, que prefieren traer más trabajadores para que las máquinas no se detengan, que auxiliar a los que sufren accidentes en ellas. Asqueado por lo que ve, Freder decide unirse a la causa de María.

Sin embargo Fredersen se ha dado cuenta ya de las actividades de María, y temiendo una revuelta de los obreros, decide solicitar la ayuda del científico Rotwang (en el papel de Rudolf Klein-Rogge), quien a su vez le muestra un robot antropomorfo de su invención. El robot creado por Rotwang puede tomar tanto la conducta como la apariencia de una persona, así que deciden suplantar a María. El robot tiene como órdenes promover los disturbios y el descontento, para así permitir a Fredersen lanzar una represión violenta contra los trabajadores. Lo que desconoce Fredersen es que el robot contiene el espíritu de Hel - la ex mujer de Rotwang, que tuvo un amorío con el dueño de la ciudad, y falleció al dar a luz a su hijo Freder -, y que Rotwang utilizará al ser máquina como instrumento de venganza contra el presidente de Metrópolis, su hijo, y toda la ciudad.

La verdadera María es hecha prisionera en la mansión de Rotwang, en Metrópolis, mientras el robot la suplanta y lanza discursos incendiarios. Además, el robot comienza a seguir las iniciativas de Rotwang en su plan de venganza, y se transforma en bailarina exótica en el prestigioso cabaret Yoshiwara, excitando y nublando la razón de los asistentes, promoviendo la discordia y la decadencia entre los jóvenes adinerados. Siguiendo los malos consejos del Robot-María, los trabajadores inician una revuelta y destruyen la "Máquina Corazón", que proporciona la energía que hace funcionar toda la demás maquinaria de Metrópolis. La destrucción de dicha máquina también provoca que los tanques de agua de la ciudad se aneguen, e inunden el submundo de los trabajadores, quienes cegados por el discurso del robot, han descuidado la seguridad de sus hijos, quienes terminan siendo rescatados por Freder y la verdadera María. Al darse cuenta de su grave error, los trabajadores desesperados salen a la superficie en busca de su "enemiga en la ciudadela", la presunta María. La muchedumbre invade el distrito de diversiones de la ciudad y captura a la falsa María, a la cual atan a una estaca y prenden fuego, mientras Freder observa todo y desespera. Pero pronto se dan cuenta que esa María es una impostora, al arder sus carnes falsas y quedar al descubierto el robot, y al ver a María ser perseguida por el enloquecido Rowang en los tejados de la catedral de la ciudad. Freder persigue a Rotwang, y lo enfrenta hasta que éste último se precipita del tejado hacia su muerte. María y Freder retornan a la calle y van al encuentro de Joh y Grot (líderes de la ciudad y de los trabajadores) y dejan entrever el comienzo de una nueva sociedad.

Bajo el lema "Mittler zwischen Hirn und Hand muss das Herz sein" (mediador entre el cerebro y la mano ha de ser el corazón), que debe interpretarse como la necesidad de que la capacidad de amar del Ser Humano reúna a la razón y la fuerza, se reconcilian el magnate Joh Fredersen y los trabajadores de Metrópolis gracias a Freder, que encarnarían los tres términos de esa ecuación: razón, trabajo y corazón.
En la representación del orden social, Metrópolis se apoya por un lado en el marxismo: hay dos clases sociales claramente diferenciadas y separadas, en las que una explota a la otra sin que haya posibilidades de medrar. La “alienación del trabajo“ podría relacionarse con que haya algunas máquinas sin una utilidad reconocible. Por otro lado también se critica el ideal de revolución socialista. El personaje del robot María, representado claramente como malvada, lanza a los trabajadores a la lucha, y como resultado destrozan su medio y sustento, empeorando su situación en lugar de mejorarla. La colaboración entre clases sociales, en lugar de la lucha de clases, recuerda sin embargo al nacionalsocialismo y su ideología, pues era la estructura económica corporativista que defendía el programa del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania (NSDAP); ideología con el cual Thea Von Harbou simpatizaba, contrariamente a Fritz Lang.

La parábola de la Torre de Babel está cambiada: en la variante que se muestra los arquitectos y los trabajadores hablaban una misma lengua pero no se entendían; tampoco hay un Dios. Del cristianismo se toma la figura de María, que personifica el bien, así como el anuncio de la venida de un redentor.
Lang dio a entender más tarde que la idea del corazón como mediador entre la mano (la fuerza del trabajo) y el cerebro (la capacidad directora de la sociedad) era falsa y que por ello ya no le gustaba esta película. Tras esta opinión se escondía la situación social que se vivía y no un conflicto de orden moral. Aunque la tesis central del cerebro, la mano y el corazón pertenece a Thea von Harbou, él era responsable de la misma, al menos en parte, como director de la película que era. Lang, en realidad, estaba mucho más interesado en los aspectos técnicos y arquitectónicos del film que en el trasfondo político de la trama.
El discreto éxito de la película entre el público de aquellos años también puede explicarse por ello, ya que la imagen social desarrollada en la historia se opone a las apenas cuestionadas creencias en el progreso que se tenían entonces. El género de ciencia-ficción del cine mudo presenta la utopía, por lo general, en positivo, mientras que Lang recurre a la esclavización de los tiempos bíblicos para representar el futuro. Las monumentales máquinas de la ciudad subterránea proporcionan a las clases bajas una vida indigna, la masa humana es fácilmente manipulable y se practican ritos medievales como la quema de brujas.

lunes, 21 de febrero de 2011

Oscar 2011








Ya tenemos ya encima la 83° entrega de los Oscar...
Hasta hace no mucho, sobre la puerta de los manicomios, aparecía el siguiente lema:
"Ni son todos los que están ni están todos los que son"
Déjanos tus comentarios y opiniones acerca de cuáles son tus favoritos y dinos si consideras que que alguno falta.








Estos son los nominados

MEJOR PELÍCULA DEL AÑO

"Black Swan"
"The Fighter"
"Inception"
"The Kids Are All Right"
"The King's Speech"
"127 Hours"
"The Social Network"
"Toy Story 3"
"True Grit"
"Winter's Bone"


MEJOR DIRECTOR

"Black Swan" - Darren Aronofsky
"The Fighter"- David O. Russell
"The King's Speech"- Tom Hooper
"The Social Network"- David Fincher
"True Grit"- Joel y Ethan Coen


MEJOR ACTOR PRINCIPAL

Javier Bardem ("Biutiful")
Jeff Bridges ("True Grit")
Jesse Eisenberg ("The Social Network")
Colin Firth ("The King's Speech")
James Franco ("127 Hours")


MEJOR ACTRÍZ PRINCIPAL

Annette Bening ("The Kids Are All Right")
Nicole Kidman ("Rabbit Hole")
Jennifer Lawrence ("Winter's Bone")
Natalie Portman ("Black Swan")
Michelle Williams ("Blue Valentine")


MEJOR ACTOR SECUNDARIO

Christian Bale ("The Fighter")
John Hawkes ("Winter's Bone")
Jeremy Renner ("The Town")
Mark Ruffalo ("The Kids Are All Right")
Geoffrey Rush ("The King's Speech")


MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA

Amy Adams ("The Fighter")
Helena Bonham Carter ("The King's Speech")
Melissa Leo ("The Fighter")
Hailee Steinfeld ("True Grit")
Jacki Weaver ("Animal Kingdom")


MEJOR PELÍCULA EN LENGUA EXTRANJERA

"Biutiful" (México)
"Dogtooth" (Grecia)
"In a Better World" (Dinamarca)
"Incendies" (Canadá)
"Outside the Law (Hors-la-loi)" (Algeria)


MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN

"How to Train Your Dragon"
"The Illusionist"
"Toy Story 3"


DIRECCIÓN ARTÍSTICA

"Alice in Wonderland"- Robert Stromberg y Karen O'Hara
"Harry Potter and the Deathly Hallows-Part 1"- Stuart Craig y Stephenie McMillan
"Inception"- Guy Hendrix Dyas, Larry Dias y Doug Mowat
"The King's Speech"- Eve Stewart y Judy Farr
"True Grit"- Jess Gonchor y Nancy Haigh


MEJOR FOTOGRAFÍA

"Black Swan"- Matthew Libatique
"Inception"- Wally Pfister
"The King's Speech"- Danny Cohen
"The Social Network"- Jeff Cronenweth
"True Grit"- Roger Deakins


MEJOR VESTUARIO

"Alice in Wonderland"- Colleen Atwood
"I Am Love"- Antonella Cannarozzi
"The King's Speech"- Jenny Beavan
"The Tempest"- Sandy Powell
"True Grit" - Mary Zophres


MEJOR DOCUMENTAL

"Exit through the Gift Shop"- Banksy y Jaimie D'Cruz
"Gasland"- Josh Fox y Trish Adlesic
"Inside Job"- Charles Ferguson y Audrey Marrs
"Restrepo"- Tim Hetherington y Sebastian Junger
"Waste Land"- Lucy Walker y Angus Aynsley


MEJOR CORTO DOCUMENTAL

"Killing in the Name"- Nominados por determinar
"Poster Girl"- Nominados por determinar
"Strangers No More"- Karen Goodman y Kirk Simon
"Sun Come Up"- Jennifer Redfearn y Tim Metzger
"The Warriors of Qiugang"- Ruby Yang y Thomas Lennon


MEJOR EDICIÓN

"Black Swan"- Andrew Weisblum
"The Fighter"- Pamela Martin
"The King's Speech"- Tariq Anwar
"127 Hours" - Jon Harris
"The Social Network" - Angus Wall y Kirk Baxter


MEJOR MAQUILLAJE

"Barney's Version"- Adrien Morot
"The Way Back"- Edouard F. Henriques, Gregory Funk y Yolanda Toussieng
"The Wolfman" - Rick Baker y Dave Elsey


MEJOR BANDA SONORA

"How to Train Your Dragon"- John Powell
"Inception"- Hans Zimmer
"The King's Speech"- Alexandre Desplat
"127 Hours"- A.R. Rahman
"The Social Network"- Trent Reznor y Atticus Ross


MEJOR CANCIÓN ORIGINAL

"Coming Home" ("Country Strong")- Tom Douglas, Troy Verges y Hillary Lindsey
"I See the Light" ("Tangled")- Alan Menken y Glenn Slater
"If I Rise" ("127 Hours")- A.R. Rahman, Dido y Rollo Armstrong
"We Belong Together" (Toy Story 3) - Randy Newman


MEJOR CORTO ANIMADO

"Day & Night"
"The Gruffalo"
"Let's Pollute"
"The Lost Thing"
"Madagascar, carnet de voyage (Madagascar, a Journey Diary)"


MEJOR CORTOMETRAJE

"The Confession"
"The Crush"
"God of Love"
"Na Wewe"
"Wish 143"


MEJOR EDICIÓN DE SONIDO

"Inception" - Richard King
"Toy Story 3"- Tom Myers y Michael Silvers
"Tron: Legacy" - Gwendolyn Yates Whittle y Addison Teague
"True Grit"- Skip Lievsay y Craig Berkey
"Unstoppable" - Mark P. Stoeckinger


MEJOR MEZCLA DE SONIDO

"Inception" - Lora Hirschberg, Gary A. Rizzo y Ed Novick
"The King's Speech"- Paul Hamblin, Martin Jensen y John Midgley
"Salt"- Jeffrey J. Haboush, Greg P. Russell, Scott Millan y William Sarokin
"The Social Network"- Ren Klyce, David Parker, Michael Semanick y Mark Weingarten
"True Grit" - Skip Lievsay, Craig Berkey, Greg Orloff y Peter F. Kurland


MEJORES EFECTOS ESPECIALES

"Alice in Wonderland"- Ken Ralston, David Schaub, Carey Villegas y Sean Phillips
"Harry Potter and the Deathly Hallows- Part 1"- Tim Burke, John Richardson, Christian Manz y Nicolas Aithadi
"Hereafter"- Michael Owens, Bryan Grill, Stephan Trojanski y Joe Farrell
"Inception"- Paul Franklin, Chris Corbould, Andrew Lockley y Peter Bebb
"Iron Man 2"- Janek Sirrs, Ben Snow, Ged Wright y Daniel Sudick


MEJOR GUIÓN ADAPTADO

"127 Hours" -Danny Boyle y Simon Beaufoy
"The Social Network"- Aaron Sorkin
"Toy Story 3"- Michael Arndt, John Lasseter, Andrew Stanton y Lee Unkrich
"True Grit"- Joel Coen & Ethan Coen
"Winter's Bone"- Debra Granik & Anne Rosellini


MEJOR GUIÓN ORIGINAL

"Another Year"- Mike Leigh
"The Fighter"- Scott Silver, Paul Tamasy, Eric Johnson, Keith Dorrington
"Inception"- Christopher Nolan
"The Kids Are All Right"- Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg
"The King's Speech"- David Seidler

lunes, 14 de febrero de 2011

Objeto y deseo




Intentar recrear la voluptuosa imagen de Marilyn Monroe cantando el Happy birthday Mr. Presidente más sensual de la historia ya de por sí merece la pena.
Marilyn Monroe fue la personificación del glamour de Hollywood por excelencia. Su inmenso atractivo fue capaz de conquistar el mundo, pero a pesar de su belleza seductora y sus curvas voluptuosas, Marilyn fue mucho más que un símbolo sexual de los años 50. La aparente inocencia de su mirada junto a su innata sensualidad hizo de su imagen un ícono de admiración internacional por más de un siglo. Su vida fue el reflejo de su pasión y lucha personal. Hoy su espíritu brilla junto el prestigio de su inigualable imagen de legendaria diva de Hollywood.
El 19 de mayo de 1962, y con motivo del cuarenta y cinco aniversario del presidente John Kennedy, celebrado en una fiesta en el Madison Square Garden con 15.000 fieles seguidores, Peter Lawford tuvo la brillante idea de que Marilyn cantase el Happy Birthday a John como colofón final del acto. Marilyn pidió a su modisto preferido, JeanLouis, que le diseñara un vestido que fuera como una segunda piel. Finalmente el modelo costó 5.000 dólares. Marilyn lo luciría sin ninguna ropa interior.
Peter Lawford hacia la presentación de Marilyn:
"Señor presidente, para celebrar su aniversario, esta encantadora dama saldrá aquí no solamente bella, sino también puntual. Señor presidente... Marilyn Monroe!".



Hablame del mar marinero

Sabina y Serrat - Dos pájaros de un tiro-Paraules d'amor

sábado, 12 de febrero de 2011

La vida supera a la ficción









¿Cómo pudo ser posible el Holocausto?
¿Qué motiva a la sociedad para llevar a cabo tal matanza?
¿Qué inició esta locura?
¿Por qúe todo el mundo participó de alguna manera en ella?
La explicación más simple a estas preguntas podría ser que Hitler fue un líder carismático que consiguió meterse en el bolsillo a toda la sociedad alemana en tiempos de crisis.
Pero, ¿tal era su influencia? ¿tanto se metió en las mentes de la sociedad?
Basándose en una interpretación errónea y malintencionada del darwinismo social o de la teoría del superhombre de Nietzsche, creó su propia ideología, ideología que tenía como fin acabar con los débiles y con todo aquel que supusiera un "peligro" para la sociedad alemana.
¿Qué influencia pudo ejercer en la sociedad para que ésta se dejase exterminar?

Roman Polanski, que sobrevivió de niño al gueto de Cracovia -su madre murió en un campo de concentración-, buceó en sus recuerdos de infancia para narrar la odisea de un joven pianista de la radio de Polonia que en 1936, cuando los nazis invaden su país, es apartado de su trabajo y recluido en el gueto de Varsovia.
Así crea "El Pianista", y con ella enseña como la vida se va degradando poco a poco porque los alemanes van eliminando a quienes se les antojan y los judíos son deportados a un campo de exterminio, mostrando como el joven protagonista decide luchar para sobrevivir. Es una película impresionante y emotiva, la más personal de la larga filmografía de Polanski, basada en un caso real, las memorias Wladyslaw Szpilman, personaje que borda Adrien Brody. La película obtuvo los tres Oscar yla Palma de Oro de Cannes.

La banda sonora del Pianista, es básicamente una recopilación de algunos de los mejores temas del pianista polaco Frederick Chopin. Sólo hay un track, el nº 10, que es del compositor Wojciech Kilar. Es curioso que el track nº 11 del disco,está interpretado por el verdadero Wladislaw Szpillman, en una grabación del año 1948.(de ahí que el sonido no sea muy bueno), cosa que no tiene importancia, comparado con lo valioso que es poder escuchar al verdadero Szpillman.

A estas alturas, supongo, que ya todo el mundo sabe que "el pianista" es la historia del pianista polaco , que pasó varios años en un guetto de Varsovia, con casi nada para poder subsistir, escondido de los nazis, y que sólo la música que llevaba en su cabeza le salvaron de morir de hambre pena frio y tristeza.Es ciertamente una película de alto nivel dramático, y para los aficionados de la música clásica una verdadera delicia.

Estas son las piezas que suenan en en ella:

--------------FREDERICK CHOPIN--------------------
NOCTURNE IN C-SHARP MINOR (1830)
NOCTURNE IN E MINOR, OP. 72 nº 1
NOCTURNE IN C MINOR, Op.48 Nº 14
BALADA Nº2 en FMayor, Op. 38
BALADA Nº 1 en G menorOp. 236
WALS Nº 3en A menor,Op. 34 nª 2
PRELUDIO EN E MENOR, Op. 28 Nº 48-9
GRANDE POLONAISE BRILLANTE PRECEDED BY AN ANDANTE SPIANATO, OP 22
---------------WOJCIECH KILAR---------------------
MOVING TO THE GHETTO.
-------------------------------------------------------------
MAZURKA EN A MENOR, Op.17 Nº 4( Interpretada por el verdadero Wladislaw Szpillman, en el año 1948).

En resumen piezas para piano maravillosas, para oidos preparados para la clásica.Buena música para todos.


Interpretación del verdadero Szpilman tocando la Mazurka op.17 no.4 de Chopin

viernes, 11 de febrero de 2011

B S O Memorias de África

Fábula siniestra








Año 1937; los monos de un circo aúllan salvajes dentro de su jaula mientras, en el exterior, los hombres se matan en otro circo: la guerra civil española, que sigue su curso. El payaso tonto del circo, reclutado a la fuerza por los milicianos, termina perpetrando, sin abandonar su disfraz, una carnicería a machetazos entre las filas del bando Nacional.Así da comienzo esta peripecia en que Javier (Carlos Areces) y Sergio (Antonio de la Torre), dos terroríficos y desfigurados payasos, se enfrentan a muerte por el ambiguo amor de una bailarina (Carolina Bang) durante la era del franquismo.




No hemos dejado de leer y escuchar que Balada triste de trompeta es la mejor película de Álex de la Iglesia (los premios en Venecia ayudan a esta inercia), la más amarga y cruda, también la que, prologando algunas constantes de su cine, mejor articula la mirada esperpéntica y desaforada, el gusto por el grand guignol, la deformación y los excesos, sobre la España de los estertores del franquismo, subrayando (a grito pelado) esa condición irreconciliable y sorda entre dos bandos enfrentados ad æternum. No podemos negarle la mayor, que no así los adjetivos laudatorios que parecen confundir las intenciones, que ahí están, saltan a la vista (De la Iglesia nunca fue un director precisamente sutil), con los logros, que vuelven a echar por tierra algunas buenas ideas de partida (los títulos de créditos, sin ir más lejos) a través un ejercicio extremo y sin centro (¿tal vez sin alma?) en el que se tiene siempre la sensación de que son los elementos los que dominan al cineasta y no el cineasta el que domina los elementos. De la Iglesia ha insistido en que la película materializa sus propios fantasmas sobre el pedazo de la Historia de España que le ha tocado vivir. Salta a la vista que el director vasco trabaja a partir de materiales que denotan una nostalgia retro (de las canciones de Raphael y Marisol a las imágenes de la televisión, de la recreación escenográfíca al vestuario) y que, como ya hiciera en títulos anteriores, sabe también descontextualizar con acierto los símbolos históricos y culturales (las cacerías de Franco, El Valle de los Caídos, el atentado de Carrero Blanco) para reutilizarlos e integrarlos en su particular retrato en caída libre de dos personajes marginales, perdedores y desesperados, el payaso triste y el payaso listo que interpretan Areces y De la Torre, a la conquista de un amor imposible y masoquista. Estos artistas de circo bajo la carpa no sólo no están perplejos ante el mundo sino que actúan y se mueven impulsados por la inercia y el capricho de una escritura que, esta vez sin la complicidad de Jorge Guerricaechevarría, se desmadra sin control alguno dejando a sus criaturas mucho más desangeladas de lo que sus propias máscaras (primero de maquillaje, luego marcadas a sangre, ácido y metal) pudieran esconder. Resulta curioso que ahí donde el trío protagonista se mueve por automatismos y acción pura, haya más autenticidad y verdadero retrato de fondo en el variopinto coro de secundarios que los rodean. Y es que más allá de la hipertrofia y el ritmo non-stop de esta fábula siniestra con final en las alturas, Balada triste de trompeta no acierta a materializar ni encarnar nunca esos hilos que vinculan a sus dos payasos enfrentados con las dos Españas que, supuestamente, simbolizan. Impelido por las texturas vintage, los alardes pirotécnicos y la voluntad de crear momentos visuales memorables (que los hay), De la Iglesia se deja por el camino, como casi siempre, la esencia (dramática, adulta) de una historia que pueda confirmar su prestigio y su talento como algo más que un gran orquestador de desastres ibéricos de alto presupuesto.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Felicidades, James


Leyenda del cine, símbolo sexual e icono de una generación inconformista, el rebelde James Dean ganó con su muerte un sitio en el edén del celuloide donde su recuerdo burla la vejez en el 80 aniversario de su nacimiento. Tres películas, cuatro años de carrera y un final dramático le bastaron al prometedor Jimmy, como le conocía todo el mundo, para pasar de ser un chico de granja a un mito sin fecha de caducidad. Nunca nadie consiguió tanto en tan poco. La industria de Hollywood, que sabe ser generosa con sus muertos, quedó encandilada con ese actor de impronta imborrable tras el debut de Al este del Edén (1955), primer filme en el que Dean aparecía como protagonista después de trabajar de extra en seis producciones anteriores. Cinta dirigida por Elia Kazan que supo ver el potencial de un intérprete que luchaba por sobrevivir en una profesión en la que el actor se estrenó haciendo anuncios de refresco y en la que, según las malas lenguas, llegó realizar favores sexuales para abrirse camino. Talento no le faltaba a Dean, que nació el 8 de febrero de 1931 en Marion, una zona rural de Indiana, estado natal también de Michael Jackson, donde llegó a ser premiado en su adolescencia por su desempeño deportivo y artístico. Apenas 6 años antes de su trágico final al volante de su Porsche en una carretera californiana, Dean terminaba sus estudios de bachillerato y se mudaba a Los Ángeles para cursar primero Derecho y luego Arte Dramático hasta 1952, año en el que puso rumbo a Broadway pensando en que allí encontraría la gloria. Tras dos años deambulando por los teatros logró meter la cabeza en un par de obras, See The Jaguar y The Immoralist. Una oportunidad que supo aprovechar y le valió el premio Daniel Blum al actor revelación del año 1954, al tiempo que captó la atención de Kazan. De la noche a la mañana, James Dean sedujo a un Hollywood sediento de artistas carismáticos para alimentar su poderoso star-system. Su nombre y su imagen de chico malo comenzó a llenar páginas de revistas como emblema de un espíritu marcado por el nacimiento del rock&roll y la teoría de que había que vivir deprisa y morir joven, algo que Dean terminó por seguir al pie de la letra. Al rodaje de Al este del Edén le siguieron casi de inmediato Rebelde sin causa y Gigante, filme que concluyó su grabación un día antes de que aquel joven actor de 24 años falleciera inesperadamente. Por motivos contractuales con Warner Brothers, Dean tenía prohibido participar en competiciones deportivas, especialmente carreras de coches, mientras estaba trabajando en un papel, por lo que tuvo que esperar al final de su última película para subirse a su bólido y dirigirse hacia un evento automovilístico. Aquel viaje llegaría a su final antes de tiempo, como casi todo en la vida de Dean, cuando su vehículo colisionó frontalmente con otro en una intersección de las carreteras 46 y 41 en el interior de California, un lugar fatídico que ahora es un lugar de peregrinación para sus fans. El destino quiso que el actor no pudiera saborear su éxito ya que solo vivió para ver el estreno de Al este del Edén, producción por la que obtendría una nominación póstuma a mejor actor en 1956, candidatura que repetiría en 1957 por Gigante. Entre sus amores destacaron Pier Angeli y Ursula Andress, aunque se le atribuyeron muchos, incluso se ha llegado a especular con que fuera homosexual en varios de los libros que se han escrito sobre él desde su adiós, tan fulminante como la forja de su leyenda. El próximo fin de semana en Fairmount, localidad en la que se crió próxima a Marion, sus incondicionales seguidores volverán un año más a recordar su figura con motivo de su 80 cumpleaños a través de un ciclo de cine con las proyecciones que dejó Dean para el recuerdo, por su puesto, sin arrugas y sin canas.

martes, 8 de febrero de 2011

Sipnosis




Durante la Segunda Guerra Mundial Rick Blaine (Humphrey Bogart), un estadounidense cínico y amargado, expatriado por causas desconocidas, administra el local nocturno más popular de Casablanca (Marruecos), el «Café de Rick». Éste es un lugar exclusivo y un antro de juego que atrae una clientela variada: gente de la Francia de Vichy, oficiales de la Alemania nazi, asilados políticos y ladrones. A pesar de que Rick asegura ser neutral en todos los campos, se revelará más tarde su participación en el tráfico ilegal de armas hacia Etiopía —que tendría como objetivo combatir la invasión italiana de 1935— y en la Guerra Civil Española, del lado republicano.
Una noche, un criminal menor llamado Ugarte (Peter Lorre), llega al club de Rick portando unas tales «cartas de tránsito» (literalmente, «letters of transit»), documentos valiosos que ha conseguido tras asesinar a dos mensajeros alemanes. Se trata de una especie de salvoconductos que permiten a su poseedor el libre tránsito a través de la Europa controlada por los nazis y llegar, incluso, a la neutral Lisboa (Portugal), de la cual se podría partir hacia los Estados Unidos. Por eso los documentos tienen un valor incalculable para cualquiera de los refugiados que esperan en Casablanca su oportunidad de escapar. Ugarte planea vender los salvoconductos esa misma noche pero, antes de que la compra-venta tenga lugar, Ugarte es arrestado por la policía local al mando del Capitán Louis Renault (Claude Rains), un corrupto oficial de la Francia de Vichy que sólo quiere complacer de todas las formas posibles a los nazis. De manera subrepticia, Ugarte deja las cartas al cuidado de Rick porque «de algún modo, debido a que tú me desprecias, eres el único en quien yo confío».

Escena del trailer que muestra a Paul Henreid y Humphrey Bogart conversando sobre el personaje de Ingrid Bergman, Ilsa.
Entretanto la razón de la amargura de Rick llega de nuevo a su vida. Se trata de su ex-amante, Ilsa Lund (Ingrid Bergman) quien le había abandonado en París sin dar explicaciones y quien, junto a su esposo Victor Laszlo (Paul Henreid), entra al Café esa noche para comprar las cartas. Laszlo es un renombrado líder de la resistencia checa que enfrenta a los nazis. La pareja necesita las cartas para dejar Casablanca y salir hacia los Estados Unidos, desde donde él podría continuar su labor. A la noche siguiente Laszlo, sospechando que Rick tiene las cartas, se entrevista con éste, pero Rick se niega a entregarle los salvoconductos, pidiéndole que le pregunte a su esposa el motivo. (Es decir, sólo dos personas pueden salir, pero en este punto hay tres personas que lo desean.) El diálogo se ve interrumpido cuando un grupo de oficiales nazis, bajo las órdenes del mayor Stresser (Conrad Veidt), comienza a cantar «Die Wacht am Rhein» (El guardia sobre el río Rín), que era considerado un himno patriótico durante la Alemania nazi. Enfurecido, Laszlo solicita a la banda del local que interprete La Marsellesa, el himno nacional francés hasta antes de la ocupación del país. Cuando el maestro de la banda busca a Rick con la mirada, éste asiente con la cabeza. Laszlo comienza a cantar, solo al inicio, y enseguida el largamente reprimido fervor patriótico se adueña de la muchedumbre y todos se unen al canto, ahogando el de los alemanes. Como represalia, Strasser manda clausurar el club.
Rick sigue resentido con Ilsa, pero esa noche, ella lo confronta una vez que el Café ha quedado desierto. Cuando él se niega a darle los documentos, ella lo amenaza con una pistola, pero siendo incapaz de disparar, le confiesa que sigue amándolo y le explica que cuando lo encontró por primera vez y se enamoró de él en París, pensaba que su marido había sido asesinado en un campo de concentración nazi. Pero en cuanto descubrió que Laszlo en realidad había logrado escapar —continua ella explicando—, dejó a Rick sin explicación alguna y regresó a su marido. Le dice, además, que fingió haber abandonado la ciudad para prevenir que Rick no se fuera y lo capturasen los alemanes, porque así él no se quedaría a buscarla. Rick cambia de actitud al conocer el motivo por el cual ella se marchó de su lado y la induce a pensar que se quedará con él cuando Laszlo se vaya.
Laszlo llega al café una vez que se ha ido Ilsa y le dice a Rick que se ha dado cuenta de que «algo» sucede entre ella y Rick. De hecho, intenta provocar que Ilsa y Rick tomen las cartas de libre tránsito, con tal de salvar la vida de ella. Como sea, la policía llega y Laszlo es arrestado bajo un cargo menor. Rick interviene y convence al capitán Renault de liberar a Laszlo, prometiéndole que lo podrá acusar ante la Gestapo por un delito mucho más serio: la posesión de las cartas. Cuando Renault le cuestiona sobre la razón por la que él está haciendo esto, Rick le explica que Ilsa y él partirán para los Estados Unidos.
Más tarde, Laszlo recibe las cartas de parte de Rick, mas cuando Renault trata de arrestarlo Rick traiciona a Renault, obligándolo a punta de pistola a permitir el escape. En el último momento, Rick conduce a Ilsa a que aborde el avión para Lisboa con su marido diciéndole que si ella se queda se arrepentirá. «Tal vez no hoy. Tal vez no mañana, pero pronto y para el resto de tus días.»
El mayor Strasse llega en su vehículo, habiendo recibido el chivatazo por parte de Renault, pero Rick le dispara cuando trata de intervenir. Cuando la policía llega, el capitán Renault salva la vida de Rick al ordenar que «capturen a los sospechosos de siempre». Enseguida recomienda que Rick deje Casablanca, sugiriéndole incluso que se una a la Francia Libre en Brazzaville (República del Congo). Ellos se alejan caminando en medio de la neblina con una de las más memorables líneas finales en la historia del cine: «Louis, creo que este es el principio de una gran amistad».

leonid Afremov

Dance me to the end of love, LEONARD COHEN

Friends and lovers *Chris Spheeris

♥♫ CHRIS SPHEERIS - Always♥♫

Leonid Afremov painting "Magic of the Night"

Reparto




Tres actores encabezan la cinta: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman y Paul Henreid.

Un punto notable del reparto de Casablanca es la amplia variedad de nacionalidades de los actores. De hecho, sólo tres de los actores con créditos fueron actores estadounidenses.

Humphrey Bogart como Rick Blaine. El neoyorquino Bogart se consagró en el estrellato gracias a Casablanca. Al inicio de su carrera, Bogart se había encasillado en papeles de gángster, interpretando personajes en los que recibía nombres como: Bugs, Rocks, Turkey, Whip, Chips, Gloves y Duke (en dos ocasiones). En la película High Sierra de 1941 se le permitió interpretar un papel con cierto carisma, pero ciertamente Rick fue su primera interpretación en un rol verdaderamente romántico.

Ingrid Bergman como Ilsa Lund. El sitio web oficial de Bergman menciona a Ilsa como su «papel más famoso y perdurable».[35]
El debut hollywoodense de la actriz sueca en Intermezzo en 1939, había sido bien recibido, pero sus películas posteriores no fueron nada extraordinario hasta Casablanca. Ebert la califica como «luminosa», y comenta la química entre ella y Bogart: «ella pinta la cara de él con sus ojos.»[20] Otras actrices consideradas para interpretar a Ilsa habían sido Ann Sheridan, Hedy Lamarr y Michéle Morgan; Wallis adquirió los servicios de Bergman mediante un contrato con David O. Selznick, a cambio de prestarle a Olivia de Havilland.[36]

Paul Henreid como Victor Laszlo. Henreid, actor austríaco que había abandonado su país natal en 1935, rechazó en un principio el papel (ya que pensaba que éste «lo encasillaría para siempre», según declaraciones de Pauline Kael),[37] y sólo lo aceptó cuando recibió la promesa de encabezar el reparto junto a Bogart y Bergman. Henreid no se llevó muy bien con sus compañeros actores y, de hecho, consideraba a Bogart solo «un actor mediocre», mientras que Bergman calificó a Henreid como una «prima donna».[38]
Los actores secundarios fueron: Claude Rains, Sydney Greenstreet, Peter Lorre y Conrad Veidt.

Claude Rains como el capitán Louis Renault. Rains, actor londinense, curiosamente había servido en la Primera Guerra Mundial, en donde efectivamente había alcanzado el grado de capitán. Además como actor había trabajado previamente con Michael Curtiz en Robin de los bosques. Curtiz fue su maestro y se dice que le enseñó «qué no hacer frente a una cámara».[39]

Sydney Greenstreet como el señor Ferrari, propietario de un club de la competencia. También él era un actor inglés y había protagonizado previamente El halcón maltés junto a Lorre y Bogart.

Peter Lorre como el Sr. Ugarte. Lorre fue un actor judío austrohúngaro que había trabajado en Alemania, de la cual emigró tras la llegada de los nazis al poder en 1933. También él había trabajado en El halcón maltés.
Conrad Veidt como el mayor Strasser de la Luftwaffe. Veidt, actor alemán, había aparecido en El gabinete del Doctor Caligari, en 1920, antes de huir de los nazis (una semana después de haberse casado con una mujer judía), así como en El ladrón de Bagdad y otras películas.
Otros actores con créditos en la película fueron: Dooley Wilson, Joy Page, Madeleine LeBeau, S. Z. Sakall, Curt Bois y John Qualen.
Dooley Wilson como Sam. Wilson, actor estadounidense, era en realidad baterista y no sabía tocar el piano. Hal Wallis previamente consideró la posibilidad de cambiar la figura masculina del pianista por una femenina (papel que podría haber sido interpretado por Hazel Scott o Ella Fitzgerald), e incluso aún después de haber terminado el rodaje, Wallis siguió considerando doblar la voz de Wilson en las canciones que éste interpretaba.[40]
Joy Page como Annina Brandel, en la película una joven refugiada búlgara. Page, actriz estadounidense, era la hijastra del presidente del estudio, Jack Warner, y al inicio opinaba que el guion de Casablanca estaba «pasado de moda» y era «estereotipado». Contaba con apenas diecisiete años y estaba recién egresada de la preparatoria.
Madeleine LeBeau como Yvonne, quien en la película aparece como novia de Rick durante un muy breve espacio de tiempo. LeBeau, actriz francesa que contaba con 21 años, fue la segunda esposa del actor Marcel Dalio, de quien se divorció mientras participaba en la filmación de la película.
S. Z. (o S. K.) Sakall como Carl, el mesero. Actor judío húngaro que había sido forzado a abandonar Alemania en 1933 y participaba regularmente en películas en su tierra natal hasta que tuvo que huir de la persecución nazi en 1939. Fue amigo de Curtiz desde sus días en Budapest. Sus tres hermanas murieron en campos de concentración nazis.
Curt Bois como el carterista. Bois, actor alemán judío, también era un refugiado. Había comenzado su carrera siendo apenas un niño, en 1907 (y continuaría actuando casi durante ochenta años).
John Qualen como Berger, personaje que aparece como contacto de Rick con la Resistencia. Qualen fue un actor canadiense que apareció en muchas películas de John Ford.
Leonid Kinskey como Sascha, a quien en la película Rick asigna como guardaspaldas en la casa de Yvonne. Kinskey, actor ruso, había huido en su infancia de la Revolución rusa. Se dice que es muy probable que haya sido seleccionado para este papel en Casablanca debido a que era compañero de copas de Humphrey Bogart.
Otros actores dignos de mención cuyos créditos no aparecen en la película son: Marcel Dalio, Helmut Dantine, Norma Varden, Jean Del Val, Torben Meyer, Dan Seymour y Gregory Gaye.
Marcel Dalio como Emil, el crupier. Actor francés que había participado en los filmes La gran ilusión y La regla del juego del director Jean Renoir. Después de haber huido ante la caída de Francia, obtuvo sólo papeles secundarios en Hollywood y por su papel en Casablanca recibió solamente 667 dólares. En la película participa en una de las más memorables escenas que explicitan el ejercicio de la doble moral: cuando el capitán Renault clausura el «Café de Rick» diciendo «estoy pasmado, ¡pasmado de encontrar que hay juegos de apuestas en este lugar!», Emil se acerca a él y le entrega el soborno acostumbrado diciendo: «Sus ganancias, señor». Por otra parte, el 22 de junio de 1942 Dalio se divorció de Madeleine LeBeau, su segunda esposa, quien estaba también actuando en el mismo filme. Posteriormente, Dalio participó en otra de las películas que protagonizaría Bogart, Tener y no tener.
Helmut Dantine como Jan Brandel, un jugador de ruleta búlgaro. Se trataba de otro actor austriaco que había sido internado temporalmente en un campo de concentración después de la «Anschluss».
Norma Varden como la dama inglesa a cuyo marido han robado la cartera. Fue una actriz de reparto inglesa famosa, que recibió pequeños papeles, casi siempre sin créditos, en más de 100 películas.
Jean Del Val como el policía francés que abre Casablanca reportando por radio la noticia del asesinato de dos mensajeros alemanes que llevaban dos cartas de tránsito. Es ese personaje el que transmite la orden de capturar a «todos los personajes sospechosos», presagiando lo que será la línea memorable y tantas veces citada de «capturar a los sospechosos de siempre», que mencionará el capitán.
Torben Meyer como el banquero alemán que se sienta en la mesa de bacarrá en el «Café de Rick». Él le susurrará a Carl, el mesero, la línea de: «Quizá si le dices que yo manejé el segundo banco más grande de Ámsterdam». Meyer fue un actor danés que actuó durante 50 años en más de 180 películas.
Dan Seymour como Abdul, el portero. Fue un actor estadounidense obeso (pesaba 120 kilogramos) que recibió siempre papeles de persona gorda, llegando a actuar en más de 60 películas para la Warner Bros. durante 35 años.
Gregory Gaye como el banquero alemán que se niega a entrar al casino de Rick. Se trata de un actor ruso que se exilió en los Estados Unidos en 1917 tras la Revolución y que apareció en pequeños papeles en más de un centenar de películas. Junto a Kinskey fueron los únicos dos actores rusos en el filme.
Gran parte del impacto emocional de la película se atribuye a la numerosa proporción de exiliados europeos y refugiados que participaron como extras y en roles menores. Un testigo de la filmación de la secuencia del «duelo de canciones» afirmó haber visto a muchos de los actores llorando y haberse dado cuenta de «que todos eran en realidad verdaderos refugiados».[41] Harmetz afirma que estos «le brindaron en una docena de papeles pequeños a Casablanca la comprensión y la desesperación que jamás hubieran podido proveerle los actores centrales del reparto».[42] Los ciudadanos alemanes que había entre ellos, por ejemplo, debieron guardar el toque de queda al ser considerados como extranjeros enemigos. Irónicamente, además, casi siempre fueron requeridos para la interpretación de soldados nazis, de los cuales ellos mismos habían huido.
Algunos de los actores exiliados que formaron parte del reparto fueron: Wolfgang Zilzer, Hans Twardowski, Ludwig Stössel, Ilka Grünig, Lotte Palfi, Trude Berliner, Louis V. Arco y Richard Ryen.
Wolfgang Zilzer, el actor que aparece en la escena de apertura, había sido un actor de cine mudo en Alemania que terminó casándose con otra de las actrices del reparto, Lotte Palfi.
Hans Twardowski como el oficial nazi que discute con un oficial francés acerca de Yvonne. Twardowski fue un actor nacido en Stettin, una ciudad en aquel entonces de Alemania (hoy llamada Szczecin, en Polonia), que tuvo que huir de Alemania por su homosexualidad.
Ludwig Stössel como el Sr. Leuchtag, el refugiado alemán del que se dice en el filme que su inglés «no es muy bueno». Stössel, actor austríaco, era judío y, por eso, tras el Anschluss fue encarcelado. Al recuperar su libertad dejó su país y se trasladó a Inglaterra y luego a los Estados Unidos. Allí alcanzó la fama tras una larga serie de comerciales para los vitivinicultores de una colonia italo-suiza, en los que aparecía con un gorro alpino y vestido con lederhosen. En dichos comerciales su frase era «¡yo, el pequeño vitivinicultor!».
Ilka Grünig como la Sra. Leuchtag. Grünig había nacido en Viena (Austria) y fue una actriz de cine mudo en Alemania y se exilió en Estados Unidos tras el Anschluss.
Lotte Palfi como la refugiada que trata de vender sus diamantes. Palfi, actriz judeo alemana, había interpretado papeles en un prestigioso teatro de Darmstadt (Alemania). Se vio obligada a emigrar de su país, por ser judía, a la llegada de los nazis al poder en 1933. En Estados Unidos se casó con otro de los actores de Casablanca, Wolfgang Zilzer.
Trude Berliner como uno de los jugadores de bacarrá en el «Café de Rick». Berliner, actriz alemana, había sido una famosa actriz en cabarets y películas. Por su religión judía se vio también forzada a abandonar su país en 1933.
Louis V. Arco como uno de los refugiados que aparece en el Café de Rick. Arco era austrohúngaro pero había participado en algunas películas en Alemania. En 1933 prefirió trasladarse a su casa, donde permaneció hasta 1938, año en el que huyó finalmente a los Estados Unidos tras el Anschluss y cambió su nombre.

Richard Ryen como el coronel Heinze, el asistente de Strasser. Richard Anton Robert Felix fue un actor judeo húngaro que había actuado en películas y dirigido obras de teatro en Alemania. Al huir a Estados Unidos cambió su nombre. En Hollywood interpretó casi siempre papeles de oficial nazi. En Casablanca ganó $1,600 ($400 a la semana por cuatro semanas de filmación).